No nos engañemos y dejemos tres cosas claras...

Brendan Fraser sabe moverse en todos los terrenos, y ha demostrado sobradamente que la comedia no es su punto débil. Quizá a veces se pierde en su manera alocada de interpretar, pero hay que reconocer que trabaja cada uno de los aspectos de sus personajes por pequeños que estos sean o por lo menos a mi me lo parece. Es de esos actores que saben ser el héroe de turno y también el secundario que sabe lucirse.
En esta película demuestra su faceta más gamberra y también la más camaleónica. Digamos que cumple en ambas.

Elizabeth Hurley... bueno pues eso, que esta buena y es una de las razones principales, sino la principal, para ver esta película.

Harold Ramis se mueve como pez en el agua en el terreno de la comedia con un poco más de miga de lo habitual en este género. Véase la interesante Una terapia peligrosa o la excelente Atrapado en el tiempo. Y es gracias a ese don de Ramis que esta película, aun no siendo gran cosa, divierte y entretiene a partes iguales.