Thiller bastante normalito, con la banca de por medio, y los intereses y corruptelas propias del sector, que no creo que aporte gran cosa a este tipo de cine.

La verdad es que con los actores que tenía la peli esperaba mucho más, pero Owen esta discretísimo y el pibón de la Noami, no tan guapa como siempre, además haciendo un papelillo con el cual se desaprovecha el indudable talento que tiene nuestra chica, en fin, otra vez será.

La dirección es bastante buena, como ya nos tiene acostumbrado Tykwer, aunque como en casi todas sus películas tiende a explicar demasiado las cosas, lo cual no hace otra cosa que aburrir y enredar, aún así muy correcta la dirección.

Simplemente por la escena en el Guggenheim ya vale la pena ver la película, perfectamente realizada y demostrando que no hace falta efectos tipo Matrix para que vuelen cristales y balas por doquier y conseguir una extraordinaria escena de acción.

En general película pasable sin más, el guión demasiado lioso y visto, y deprimiéndonos con los que desgraciadamente sabemos, el ciudadano está en manos de los bancos, los altos directivos de las empresas también, los políticos naturalmente, y para colmo hasta los gobiernos. Y lo peor es que no tiene ningún tipo de solución, pues a tío desaprensivo le sustituye uno más desaprensivo todavía.

La moraleja para tirarse al metro, a la banca le interesa que todo el mundo tenga deudas pues es la forma de tenernos en sus manos ¡Uffff! ¿A que os recuerda?