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Voto de gabo:
9
26 de septiembre de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mayor triunfo de esta película es quizá el punto donde se da el fracaso de muchas películas anime recientes, el manifestar la sinceridad de las emociones humanas, donde encontramos escenas que rozan el ridículo sentimentaloide o declaraciones desaforadas de amor eterno; aquí el verdadero potencial esta en lo que no se dice, sino en los que los personajes esperan que se replique, expresados en logrados primeros planos, dotándolos de vida a lo que en otra película son celdas de dibujo apiladas una seguida de otra.
Seguimos en Spoilers que es mucho lo que hay que comentar
Para mas reseñas viste: https://oasisdelcine.wordpress.com/
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Esta es una película de descubrimiento, de apertura, de explorar nuevos horizontes para nuestra protagonista como en aquel primer contacto con el mar, donde igual que las crías de las tortugas Josee desea llegar a ese espacio de libertad como lo anhela dentro de su cubículo impregnado de ilustraciones alusivas a la inmensidad del océano. Pero también ella tal como las crías de los quelonios están expuestas a los peligros de ese nuevo mundo que exploran por primera vez, uno que no coincide con el ritmo de su forma de vida, como en la secuencia del tren. Pero también es un descubrimiento de otras personas y las relaciones con estas, es en esto que se acierta en la construcción de su personaje aportando matices a sus actitudes, como el porqué es arisca con todos en un principio hasta su apertura al amor y el romance además resolviendo con eficacia el director las secuencias de tensión sexual entre Tsuneo y Josee como aquella donde una lámpara de pescado ilumina el espacio.
Es en ese segundo acto donde suceden las cosas más interesantes tanto a nivel visual como narrativo, desde la visita al zoológico en otoño, donde el duelo mortal se da entre las miradas de una temerosa Josee y el tigre, siendo este la representación de las vicisitudes de este amplio mundo que la protagonista debe enfrentar, pero no estará sola en este viaje ya que en un plano detalle se muestra sujetando el antebrazo de aquel muchacho que empieza a conocer; como aquella sirena que necesita de ese ángel protector en la narración final frente a los niños. Tras la muerte de la abuela es Josee quien sufre un cambio radical en su personalidad y junto a ella la puesta en escena; lo primero en su corte de cabello y lo segundo en la frialdad del invierno manifestado en las claves de la iluminación.
Quizá en su tercer acto se ven recién las costuras de la historia, especialmente en el tratamiento del trio amoroso y la muchacha en concordia, pero antes de la secuencia en la casa en pleno atardecer donde se quiebra un poco el melodrama sucede una secuencia notable. Tsuneo está en plena recuperación y Mai lo acompaña en un recorrido en las afueras del hospital, sucede lo que menciono en un inicio, que en esta película los personajes esperan la respuesta para maximizar la emoción con los detalles que brinda la escala de planos, en este caso la composición es de un primer plano a los ojos del muchacho mientras la chica desborda sus sentimientos casi cubriendo con su cuerpo el resto de la pantalla pero sin ver su rostro; ante la inesperada confusión el muchacho queda sorprendido y la chica comienza a llorar en el respaldar de la silla de ruedas, terminando con dos planos bien seleccionados, uno general con ella llorando casi arrodillada con un trazo de sombras, simbolizando que él no la corresponde y llora justo en la silla porque esto es símbolo de lo inalcanzable para ella o sea el sentimiento de Tsuneo a Josee. Por otra parte, ella termina en un plano muy corto de ella con sus lágrimas.
Después de eso se vuelve más convencional la película en las secuencias de la recuperación del deuteragonista con un innecesario montaje musical que quita de la inmersión. Llegamos al clímax de la historia donde ambos deciden no rendirse en sus aspiraciones, la secuencia del cuento, bien elaborada culmina el desarrollo narrativo y emocional de Tsuneo. Pero el director aún aguarda una sorpresa en el final, Josee se pierde en un frio invierno, confronta por última vez al tigre, lo mira desafiante, sabiendo que ya esta lista para salir a este amplio mundo y establecer relaciones como pasa en el final con Tsuneo. Siendo esta una nueva Josee, una capaz de mirar y proyectarse un futuro tal como lo demuestra demoliendo su antiguo hogar dando paso al prometedor mañana.
Es en ese segundo acto donde suceden las cosas más interesantes tanto a nivel visual como narrativo, desde la visita al zoológico en otoño, donde el duelo mortal se da entre las miradas de una temerosa Josee y el tigre, siendo este la representación de las vicisitudes de este amplio mundo que la protagonista debe enfrentar, pero no estará sola en este viaje ya que en un plano detalle se muestra sujetando el antebrazo de aquel muchacho que empieza a conocer; como aquella sirena que necesita de ese ángel protector en la narración final frente a los niños. Tras la muerte de la abuela es Josee quien sufre un cambio radical en su personalidad y junto a ella la puesta en escena; lo primero en su corte de cabello y lo segundo en la frialdad del invierno manifestado en las claves de la iluminación.
Quizá en su tercer acto se ven recién las costuras de la historia, especialmente en el tratamiento del trio amoroso y la muchacha en concordia, pero antes de la secuencia en la casa en pleno atardecer donde se quiebra un poco el melodrama sucede una secuencia notable. Tsuneo está en plena recuperación y Mai lo acompaña en un recorrido en las afueras del hospital, sucede lo que menciono en un inicio, que en esta película los personajes esperan la respuesta para maximizar la emoción con los detalles que brinda la escala de planos, en este caso la composición es de un primer plano a los ojos del muchacho mientras la chica desborda sus sentimientos casi cubriendo con su cuerpo el resto de la pantalla pero sin ver su rostro; ante la inesperada confusión el muchacho queda sorprendido y la chica comienza a llorar en el respaldar de la silla de ruedas, terminando con dos planos bien seleccionados, uno general con ella llorando casi arrodillada con un trazo de sombras, simbolizando que él no la corresponde y llora justo en la silla porque esto es símbolo de lo inalcanzable para ella o sea el sentimiento de Tsuneo a Josee. Por otra parte, ella termina en un plano muy corto de ella con sus lágrimas.
Después de eso se vuelve más convencional la película en las secuencias de la recuperación del deuteragonista con un innecesario montaje musical que quita de la inmersión. Llegamos al clímax de la historia donde ambos deciden no rendirse en sus aspiraciones, la secuencia del cuento, bien elaborada culmina el desarrollo narrativo y emocional de Tsuneo. Pero el director aún aguarda una sorpresa en el final, Josee se pierde en un frio invierno, confronta por última vez al tigre, lo mira desafiante, sabiendo que ya esta lista para salir a este amplio mundo y establecer relaciones como pasa en el final con Tsuneo. Siendo esta una nueva Josee, una capaz de mirar y proyectarse un futuro tal como lo demuestra demoliendo su antiguo hogar dando paso al prometedor mañana.