Andy ya ha crecido y tiene que ir a la universidad, no sabe qué hacer con todos sus juguetes y elige a Woody (su primer juguete) para llevárselo con él. Sin embargo, no es así de simple, algo inesperado ocurre que termina esta hermosa trilogía de la mejor manera posible.

Esta trilogía comenzó con un sueño, y termina en la realidad. Es simpática, electrizante, impresionante, conmovedora y sorprendente. Creo que es la mejor de las tres.

Vale la pena llorar otra vez. Celebremos este hito como una obra de arte en la historia del cine.

Gracias Pixar, por enmarcar con estilo una historia digna de ser contada ¡hasta el infinito y más allá!.