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Voto de El malvado Carabel:
7
Drama Ander, un cuarentón vasco, lleva una vida rutinaria entre su trabajo en una fábrica de bicicletas y las labores agrarias del caserío, donde vive junto a su madre y su hermana. Un día tiene se rompe una pierna, por lo que la familia contrata a un inmigrante peruano, José, para realizar las tareas del caserío. La llegada de José modifica la vida de la casa y la vida de Ander, ya que empiezan a surgirle sentimientos que no sabía que tenía, ... [+]
18 de abril de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mesa donde se come en una casa es la que mejor nos puede contar el estado de la familia que se sienta a su alrededor, nos desvelará su salud, su enfermedad, su evolución, su muerte y renacimiento.

Es desde aquí, la mesa de la cocina, desde donde vamos a ver como "Ander" se desarrolla, observando sobretodo un reflejo de la doble moral, de hacer lo que se debe y callar lo que se anhela. Si somos inquietos y estamos atentos a los detalles, dibujaremos un retrato familiar simplemente a la hora de ver servir en la mesa (quién lo hace, a quién, y en qué orden), como se hablan, como callan. Asistiremos también a la entrada (la de un empleado) y la salida (la de una hija casi expulsada) de los personajes de esta mesa, de este hogar rodeado de un ambiente tan rural y profundo.

En medio de un caos de sentimientos inexpresados, se nos presenta una trama central dolorosamente reprimida, tan difícil de afrontar para el personaje de Ander, que cada día le parece una batalla que va perdiendo mientras el mundo se ha parado (más si se podía en su rutinaria vida) por culpa de una tibia rota y una escayola.

Estamos ante un guión en el que se hayan en su principal característica, su capacidad para detallar, su mejor y su peor virtud. La mitad de la historia nos la cuenta con su poderosa capacidad para darle importancia narrativa a los detalles en los movimientos, gestos, palabras, todos estos cotidianos. Pero también cae a veces en detallarnos tanto las cosas que peca de enseñar demasiado.

Es una película realista, honesta, con alma, que le resta ese guión imperfecto y también una dirección de actores (que no los actores, pues Joxean Bengotxea está soberbio) mejorable, pero que tiene cuerpo propio. Pero lo que le va a restar sobretodo es un último giro de la historia en la secuencia final, ya que no se corresponde a la evolución natural del personaje principal, no es concordante el tiempo que emplea para tomar la última decisión que afecta al personaje de José con el tempo de la trama.

La sensación que nos da la película es la impresión que nos dejaría una maratón si acabara como los cien metros lisos.
El malvado Carabel
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