Un relato corto de Stephen King es la base para esta co-producción entre Italia y USA que pasó de manera directa por videoclubs. El Aviador Nocturno (1997) es la única película en la filmografía de su director, Mark Pavia, contando con un reparto de segunda fila; el más conocido Miguel Ferrer (Robocop), Julia Entwistle, Dan Monahan (saga Porky's) y Michael H. Moss.

Un periodista sin escrúpulos, Richard Dees (Ferrer), acepta un reportaje que le lleva a investigar los crímenes que comete un asesino en serie -y aparentemente vampiro- conocido como el aviador nocturno. El caso le lleva a recorrerse los Estados Unidos en busca de tal personaje, aún poniendo en peligro su vida como el vampiro se encarga de hacerle saber en los mensajes que le va dejando en los moteles de carretera donde se va hospedando.

Modesta producción de terror -apenas con un coste de un millón de dólares- con sus puntos de interés, un hijoputesco personaje principal con bastantes matices, una crítica al sensacionalista mundo del periodismo -analogía con el vampirismo incluida- y buen diseño de maquillaje y FX por parte de los especialistas de KNB Effects (Abierto Hasta el Amanecer y The Walking Dead). Además, la simple sinopsis es fiel reflejo de lo que la película es; nadie debería sentirse engañado.

Los defectos de El Aviador Nocturno vienen de lo precario de su presupuesto, y sobre todo porque la historia de Stephen King no da para una película de hora y media. Escenas de relleno y algo redundantes en ocasiones, hacen que la caza del periodista Richard Dees al aviador vampiro se pueda hacer monótona. Por suerte el clímax es lo bastante potente para perdonarle estos fallos.