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España España · Barcelona
Voto de David MS:
1
Thriller Natalia lo tiene todo: un buen marido, un magnífico chalet y, además, espera un hijo. Después de mucho tiempo sin verse, decide reunirse con su hermana Elena, a quien las cosas no le van muy bien. El mayor deseo de Elena es ser madre e, inesperadamente, durante el fin de semana que pasa en el chalet de Natalia, descubre que también está embarazada. Una situación que los llena a todos de felicidad. (FILMAFFINITY)
26 de octubre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Películas como Trastorno (2006) dan la razón a todos aquellos que ponen a parir el cine español, un cine que me gusta pero que con ejemplos como este se hace tarea harto complicada defender. Utilizo el primer párrafo para explicar qué es y quién hace cada película sobre la que escribo, con Trastorno la crítica ha empezado en este primer bloque, menudo bodrio me acabo de comer. Lo dirige Fernando Cámara, responsable de la apreciable Memorias de un Ángel Caído (1997) y desde Trastorno sin volver a la pantalla grande -se entiende-. Protagonizan Najwa Nimry, Ingrid Rubio, Pep Munné y Juan Sanz.

Dos hermanas (Nimry y Rubio) se reencuentran en la casa de la primera de ellas, embarazada de siete meses y casada con un importante empresario (Munné). La segunda está en paro y sale con un chico (Sanz) que conoce de cuatro días. Esta última es la que tiene el trastorno del título, pues un aborto que sufrió en la adolescencia le afectó la matriz y no puede tener hijos, obsesionada con ello desde entonces y la razón de querer apropiarse el de su hermana los 75 eternos minutos que dura la peli.

Si la visita del personaje de la Rubio se produce medio año después y con el bebé ya nacido, no habría duda, estaríamos ante el remake español de La Mano que Mece la Cuna (1992). Para quien no se acuerde, era una película con niñera psicópata que no podía tener hijos y quería quedarse con el de la familia que cuidaba. Un pequeño clásico de los noventa bastante sobrevalorado, imitado por muchas de las películas que se ven en las sobremesas de cine los fines de semanas.

Fernando Cámara debió descargarse la copia del guión por internet y añadió cuatro detalles a cada cual más absurdo -cada una de idioteces que hace el personaje de la Rubio, alguna pista falsa de guión (ridícula escena de la gota en la bañera). Él mismo la dirigió con ayuda de todas las entidades que aparecen en los títulos de crédito iniciales, mediante subvenciones que todos pagamos con nuestros impuestos. Espero que le diera para un buen catering, porque el estilo visual de Trastorno es el de un telefilm amateur con una buena y única localización y poco más.

Los actores están fatal, Nimry en estado catatónico, la Rubio poniendo cara de loca y Pep Munné en la interpretación más lamentable que he visto en el cine nacional, tal vez en mi vida. Salvar a Juan Sanz, que sin grandes alardes se comporta y expresa como el único personaje normal de todo Trastorno. Como el cine español malo, no falta alguna escena de desnudo, sexo y expresiones de la más baja calaña.

Por último la banda sonora de Javier Cámara -nada que ver con el buen actor de Hable con Ella-, es el enchufado hermano del director, encargado de parir la abominable banda sonora, un aborto sonoro de difícil escucha.
David MS
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