Simpático documental dirigido, escrito y protagonizado por Morgan Spurlock, ganador del premio al mejor director en el Festival de Sundance, tuvo la idea de pasarse un mes desayunando, comiendo y cenando McDonalds, aceptando siempre el menú grande en caso de que se lo ofreciesen, acabándose siempre todo el plato, y sin poder caminar más de 5000 pasos al día, la media que camina un ciudadano estadounidense. Todo esto le conlleva a ganar 11 kilos, a una pérdida de energía, de actividad sexual, y peor aún, a poner en peligro su condición física pues sintió palpitaciones en el corazón y daños que pudieron ser irreparables en su hígado.

Todo ello con un humor bastante gamberro por parte de su creador, lo que hace llevadera la más de hora y media de duración. Sin embargo, como documento de interés el trabajo de Spurlock no se aguanta por sí mismo, pues no muestra nada que no sepamos con antelación, quien no sepa que comer cada día comida rápida es perjudicial para el cuerpo humano se lo ha de hacer mirar, al igual que con cualquier otra clase de alimento, lo que hace que el objeto de estudio no sea muy riguroso. Tampoco aportan mucha información todos los datos y entrevistas que solo certifican la sabida grave posición en la que se encuentran los Estados Unidos y el capitalismo por parte de cada una de las empresas que crean esta situación, pero eso lo podríamos aplicar a cualquier otro negocio, no solo a la venta de hamburguesas.

En resumen, que Super Size Me solo tiene algo de valor si es visto como la gamberrada de un tipo que ha puesto en peligro su integridad física por demostrar algo ya sabido. Si uno finalmente acaba de visionarla no es tanto por lo que nos cuenta, sino porque nos interesa saber hasta dónde llegará el estado físico de su protagonista, aunque esto acaba situando el experimento más cerca de Jackass que de Documentos TV.