Con un presupuesto estimado de 33 millones de dólares y una recaudación a nivel mundial de 244 millones y pico era casi una obligación moral hacer secuela de 'Hora punta' de nuevo contando con Jackie Chan y Chris Tucker como la extraña pareja con más química de lo que iban a pensar en un primer momento. Y, efectivamente, tres años después, Lee y Carter atacaban de nuevo.

En esta ocasión, se toma como base al padre de Lee (Chan) quien se cuenta durante la primera película que falleció en acto de servicio y se extenderá su trama trayendo a un viejo conocido de su propio padre llamado Ricky Tan (John Lone), quien fue un policía que se pasó al lado oscuro como Anakin Skywalker sin tener la misma épica. Un punto de partida que continúa con un tema de la primera cinta y lo expande ya es un acierto.

Otro acierto es volver a contar con Chan y Tucker. La química que mostraron en 'Hora punta' vuelven a mostrarlo aquí y ellos son el ingrediente principal del éxito y notable resultado que se saca de esta secuela, la cual podría parecer que se hace por hacer; pero cuando las cosas se hacen con cabeza y siguiendo los pasos correctos las posibilidades de triunfo son bastante más que contando solo con uno o ninguno de los protagonistas y teniendo como guionistas a incompetentes o a los monos escritores del señor Burns en 'Los Simpson'.

El filme no es más que una continuación de lo visto en la película de 1998 y no hace falta arriesgar más; como novedad más llamativa, ahora se da la vuelta a la situación y es Carter quien visitará tierra extranjera como es Hong Kong. Con una buena historia y un buen desarrollo, escenas de acción marca de la casa (es un gusto ver a Jackie Chan aprovechando cada objeto de su entorno a su favor para pelear) y dos grandes personajes como los detectives Lee y Carter con personalidades atractivas, cada uno a su forma, y una química que atraviesa la pantalla no hay que inventar la Coca-Cola para obtener una secuela igual de buena que la original.

PD: Me apuesto un huevo y no lo pierdo a que hoy día la secuencia de espionaje al personaje de Roselyn Sanchez, muy rica ella para que nos vamos a engañar, sería carne de cancelación.