Viendo el camino que estaba tomando su carrera, estaba claro que Bradley Cooper era algo más que una cara bonita. Alejado de los resacones, aunque en esta película también los tiene, ha trabajado con David O. Russell o Clint Eastwood en proyectos donde no solo luce porte sino habilidades interpretativas; era natural que una persona con esas inquietudes artísticas terminara dirigiendo o haciendo cualquier labor creativa detrás de las cámaras.

Para su debut eligió una apuesta a caballo ganador como fue 'Ha nacido una estrella', historia que ya tuvo versiones en 1937 (Fredric March y Janet Gaynor), 1954 (Judy Garland y James Mason) y 1976 (Barbra Streisand y Kris Kristofferson), así que el camino que Bradley Cooper y Lady Gaga debían tomar era ya conocido; la incógnita es saber como iban a tomarlo ellos.

A fecha en la que escribo esta reseña, 8 de julio de 2020, es evidente que la cinta fue un éxito. 436.188.866 millones de dólares (casi 385 millones de euros) en todo el mundo y reconocimientos a tutiplen como el Oscar a la Mejor canción por 'Shallow', así que yo no voy a descubrir América a estas alturas. La he tenido que ver doblada al castellano, pero no quita que no haya sido consciente de sus virtudes.

Entre ellas la química entre Cooper y Lady Gaga (o dicho en cristiano, Stefani Joanne Angelina Germanotta). Lady Gaga en uno de sus primeros papeles serios da el nivel; no puedo juzgar del todo su actuación porque no me gusta juzgar interpretaciones cuando no son en su idioma original, si bien es evidente que es una actriz resultona y sin tantos adornos y vestuario estrafalario en su faceta como cantante también se hace valer y agradezco verla al natural sin tanta parafernalia. Es más, creo que no descartaría una etapa de Gaga siendo ella misma haciéndose valer solo por lo que la ha llevado al estrellato, que no son sus vestuarios, sino su voz y sus canciones.

El guion no es más que un ABC de este tipo de historias dramáticas más alguna pulla a la industria musical. ¿Es algo malo? No siempre que se sepa como llevarlo para hacerlo fresco, cosa que pasa en este filme dejando alguna escena que otra que destaca.

No he terminado el visionado totalmente entregado, pero decir que me ha decepcionado o me parecido una mierda del tamaño del cañón del Colorado sería ser hipócrita. Bradley Cooper ha empezado bien sus andanzas como director y Lady Gaga podría ser una actriz de cierto éxito si se lo propone de verdad. Tales elogios ya no me parecen poca cosa.