Pues es que se acabó la película y ahí me quedé yo en el sillón. Perplejo. Que no es que me haya aburrido. Ni que no. Es que falta algo, ¿no? Es que no ha pasado nada. Una chica ha salido de viaje y ha llegado. Ni nos hemos enterado para qué ha ido ni nada. Se apunta algo de un trauma infantil pero no me parece a mí que eso sea motivo para cruzarse el desierto de Australia en camello. No sé, yo tengo unos cuantos traumas en mi infancia, como cualquiera supongo, pero vamos, que se me ocurren muchas tonterías antes que cruzarme en camello el desierto de Australia, que por cierto, es uno de los sitios más feos que deben existir. Si algún día se me viene a la cabeza cruzar algún desierto en camello, en burra o en elefante, no os preocupeis que os ahoraré la película.
Dicho esto, gran interpretación de la tal Mia y para el rollo de viaje que se tuvo que pegarse la moza, consigue el director darle cierto ritmo y no hacerlo muy aburrido. Muy meritorio.