Como tele-reportaje recordatorio de Mandela, su condición y sus logros es bastante interesante. Como película no tanto. Como análisis sobre la utilización del deporte masas con fines políticos también es interesante. Como película no tanto. De hecho si lo que cuenta no se tratase de historia real no pasaría de peliculilla topiquera, sentimentaloide y cursilona. Además, para los que somos aficionados al rugby, imaginarnos al señor Damon como capitán de los Springboks es algo que supera nuestra capacidad imaginativa. Por lo menos la mía. La final de un mundial de rugby es algo tremendo. Pero como película no tanto.