Pues sí, como reza el título de la crítica, una lástima... podía haber dado más.

Y es que los que hemos visto "Los mercenarios", tanto la 1 como la 2, saldremos ligeramente decepcionados por esta tercera película. No es porque sea peor que las otras dos (que sí está un punto por debajo de ambas...), tampoco porque falte la acción (que también; Sly, te has vuelto un pelín codicioso con la taquilla y las ganas del PG-13...), no porque no esté el Sr. Iglesia (Bruce, Bruce, Bruce... ¿era necesario ese milloncejo extra por 4 días de rodaje? Que te ofrecían 3 limpios...), es porque cambia la forma de ver esta película.

La gracia de hacer "Los mercenarios" fue juntar a las estrellas del cine de acción de los 80-90, con todo lo que tenían este tipo de películas: biceps gigantes, testosterona, gritos cuando disparaban metralletas y salían a lo comando, balas infinitas, frases lapidarias, explosiones, sangre... y Ellos. Sí, Ellos, así con mayúsculas, el Gibson de Mad Max, el Ford tipo duro, el Sly de Rambo, el Chuache de Depredador, el Willis de La Jungla... No tenía a jóvenes con ordenadores en la muñeca haciendo puenting para llegar a los jóvenes skaters, ni al Team Benneton para mejorar la taquilla. Entonces, ¿por qué Sly, por qué? ¿Tanto costaba haber pasado de los jóvenes? La idea es que se demuestre que las viejas glorias siguen pegando fuerte, y eso lo hemos tenido en las dos pelos anteriores. ¡Y funcionaba! ¡Funcionaba muy muy bien! Morían los malos y lo que querías era aplaudir, todos tenían su momento de gloria... Y en cambio ahora, ahora cambias la acción por presentarnos a 4 tipos a los que pillan Staham o Rourke y les revientan por niñitos con ínfulas de tipo duro... Ser un tipo duro hay que ganárselo, no vale con poner cara de duro y pegar a 4 mindundis en una discoteca, o dar a 4 teclas de un ordenador y caerte de una montaña con un paracaídas, o disparar un arma que explota mucho, o dejarte pegar... ¡Pero si hasta los capturan y los tienen que rescatar los viejunos de los que habían pasado! Eso no es de tipo duro del cine de acción. Un tipo duro del cine de acción es el que cuando explota un edificio a sus espaldas ni siquiera se gira para ver la explosión, sino que se va a cámara lenta haciendo un power walk mientras se pone unas gafas de sol, el que suelta la frase lapidaria al cargarse al malo de turno ("yo soy La Haya"), el que clama venganza por su colega casi muerto...

Lo dicho, pasable, pero muy inferior a las anteriores, y se salva del suspenso por los añadidos viejunos, porque se merece un suspenso con un 3...

Lo mejor: Banderas, Banderas y Banderas. Soy el novio de la muerte. Qué grande eres Banderas. Harrison Ford y su frase "No me había divertido tanto en años"; casi hace olvidar a Bruce Willis. Mel Gibson por fin hace un malo a la altura de los buenos (Van Damme estaba bien, pero le faltaba un "algo" especial), el tipo de malo que dispara primero y pregunta luego, que no te cuenta los planes cuando te tiene atrapado, el que con una mirada te explica que te va a matar y que lo va a disfrutar... Wesley Snipes, y la razón de por qué su personaje estaba en la cárcel ("Por evasión de impuestos"), ya que pasó realmente 3 años en la cárcel por ese motivo... La escena final del Chuache y Jet Li en el bar

Lo peor: Los jóvenes, al menos los 3 chicos (Ronda Rousey está muy muy bien... y se salva de la quema). El querer un PG-13 para la película, de ahí su falta de violencia que sí vimos en las 2 primeras. La falta de acción y el proceso de selección de los jóvenes, demasiado lento, demasiado largo, demasiado jóvenes... La falta de Jet Li; ¿para qué lo contratas si sólo va a disparar desde un helicóptero? Dale secuencias de acción sin armas, puñetazos y patadas voladoras... no me lo tengas disparando 4 tiros desde un helicóptero.

Lo dicho, no está mal, pero mejor habría estado si hubiera seguido el guión de las 2 primeras, con más autoparodia y violencia y menos jóvenes. Aún así, es una película que se deja ver y se puede disfrutar, pero no os esperéis algo como las 2 primeras (Salvo la primera media hora, claro).