Santiago Segura ofrece aquí su lado más amable protagonizando una divertidísima comedia familiar, adaptación a la española de la italiana Mamá se fue de viaje, con la que muchos se sentirán identificados.

La película es una sucesión de chistes y gracias de la mano de Segura y su numerosa familia, pero el tema familiar requiere también una visión más humana y dramática, porque en el fondo lo que trata es muy triste. El desinterés de un padre por la educación de sus hijos que se da cuenta de su incapacidad para criarlos en cuanto su mujer se marcha una semana de vacaciones con su cuñada. Un padre obsesionado con su trabajo cuando no con el demencial abuso del teléfono móvil que hacemos todos en perjuicio de hacer caso a nuestros hijos.

En este sentido se ponen en solfa los irritantes grupos de padres en las aplicaciones de mensajería instantánea, las absurdas inquietudes de los adolescentes actuales y otras cuantas cosas por las que se pasa muy por encima, (solo el tema de la cría que quiere triunfar como cantante ya daría para otra película). Pienso que el guion no obstante, centra demasiado su atención en los golpes de efecto y gracietas que funcionan de verás pero descuida esa necesaria vertiente humana que queda desdibujada en favor del humor.

Podía haber sido una comedia realmente brillante pero se queda en una obra divertida y sin pretensiones.

Buena puya contra Bad Bunny y su mierda música.