Mediocre variación de Frankenstein protagonizada por el cantante Sting y la bailarina Jennifer Beals. La película está bien hecha, con una bonita fotografía obra de Stephen H. Burum colaborador habitual de Brian De Palma, y una emotiva banda sonora del maestro Maurice Jarre. Vestuario, maquillaje y diseño de producción tampoco desentonan en una historia filmada en parajes naturales.

Los actores principales se defienden bastante bien a pesar de la nominación a los razzie que recibió a mi entender injustamente Jennifer Beals. Les secundan el enano Michael Rappaport visto en El hechicero, Clancy Brown cuyo físico le hace encajar como un guante en el papel de Viktor la criatura, Geraldine Page excelente secundaria que encarna a la ama de llaves del barón Frankenstein, y un jovencísimo Cary Elwes en el papel de un noble apuesto y seductor.

Por los actores y por su estupenda factura es por lo que apruebo con un cinco raspado a La prometida. Una película inspirada en la legendaria novela de Frankenstein de Mary Shelley en la que dos criaturas creadas por un barón científico vivirán vidas paralelas antes de juntarse y descubrir su verdadero origen. Viktor sobrevive al incendio provocado por un experimento fallido y vaga por los campos buscándose la vida. Conoce a un enano con el que entabla una amistad sincera y juntos encuentran trabajo en un circo. Mientras que Eva es criada y educada por el barón en las normas de la aristocracia.

La película tiene un horrible guión que no sabe plasmar el espíritu de la novela original y muchas veces cae en el ridículo. Se han hecho muchas adaptaciones sobre el mito de Frankenstein pero ninguna ha conseguido superar las versiones dirigidas por James Whale en los años treinta. La prometida es una versión fallida, sosa y carente de vida.