En su día no triunfó pero con el paso de los años El ente ha mantenido bien el tipo y se ha convertido en una película respetable. El argumento está basado en una historia real recogida en un best seller cuyo autor es también el responsable de adaptarlo a la pantalla grande. Carla Moran es una mujer corriente que vive con sus tres hijos y que de pronto y sin ninguna explicación comienza a sufrir violaciones por parte de un ente que la ataca en su propia casa. Incapaz de entender lo que sucede decide pedir ayuda a un psicólogo que le ayudará a buscar una explicación lógica y determinará si se está volviendo loca o no.

A comienzos de los ochenta la parapsicología estaba de moda y el cine se hizo eco de ello con películas como la trilogía de Poltergeist o las dos entregas de Cazafantasmas entre otras. El ente fue la que trató el tema de manera más rigurosa, el problema es que tratándose de un film de carácter fantástico el público demanda efectos visuales y poca verosimilitud en favor del entretenimiento y esa fue la fórmula que funcionó en las películas anteriormente mencionadas. El ente estaba contada de manera más seria y con pocos pero eficaces efectos visuales, el resultado fue una mezcla entre el Exorcista, Terror en Amityville y la propia Poltergeist. Al público en general le pareció aburrida pero a mi me parece que el guión es bastante sólido a pesar de lo fantasioso del tema y el desarrollo y la resolución del misterio me resultan convincentes. Se crean una expectativas y aunque el clímax final sea un tanto licencioso entra dentro de la lógica de este tipo de cine.

El clima de misterio y tensión está bien logrado gracias a los ajustados efectos especiales del genio Stan Winston y a unos intérpretes de altura, sobre todo en el caso de la atractiva Barbara Hershey que con un peinado desaliñado y su gran expresividad consiguen hacer creíbles cada uno de los gestos en un papel difícil de interpretar y que en manos de una actriz mediocre habría resultado ridículo. A todo ello también acompaña la inquietante banda sonora de Charles Bernstein y los calculados planos del director de fotografía Stephen H. Burum.