Interminable romance bélico cuyo máximo responsable intenta repetir el éxito de El paciente inglés sólo que esta vez la historia está ambientada en plena Guerra de Secesión americana. Se trata de una historia de amor entre dos personajes alejados por la contienda, en la que el protagonista incapaz de soportar la ausencia de su amada, deserta con la intención de volver a casa para reunirse con ella. Durante su penoso regreso tendrá que hacer frente a multitud de peligros, entre otros, la persecución del ejército confederado al que él pertenecía que tiene órdenes de capturar y fusilar a los desertores. Jude Law es un convincente soldado del sur que se enamora a primera vista de la hermosa Nicole Kidman, en esa época todavía no se había pasado con el botox, y juntos viven una historia de amor a distancia marcada por la guerra y la incertidumbre.

Aunque la película está bien ambientada y tiene escenas llamativas de enorme poder visual, como la sangrienta batalla del comienzo o los vistosos paisajes rumanos que hacen las veces de Estados Unidos, en general la historia de amor no me conmueve. Se supone que es emocionante pero esta vez, a diferencia de El paciente inglés, no consigue que me implique en la historia y que comparta los tormentos de sus protagonistas. Es difícil mantener el equilibrio dramático con una historia romántica de estas características y cautivar al espectador sin aburrirle.

La película eso sí, destaca sobre todo por su reparto y los aspectos técnicos. La ambientación está muy lograda, la fotografía de John Seale retrata hermosamente el espectacular escenario en el que transcurre la trama. La banda sonora es del habitual colaborador de Anthony Minghella, Gabriel Yared, y también es muy apropiada. La recreación de la época, el vestuario y la caracterización de los personajes resultan fastuosos, en eso Hollywood no falla.

El reparto está plagado de actores de renombre como el ya desaparecido Philip Seymour Hoffman, Renée Zellweger (que se llevó el Oscar), Brendan Gleeson, Ray Winstone, Donald Sutherland, Natalie Portman o Cillian Murphy entre otros. Todos están muy bien en sus papeles y la película tenía todos los ases a su favor para ser una obra maestra pero la historia de amor, que es el eje central del argumento, no termina de funcionar.