David Fincher retorna al género de los Psicokillers que le consagró, con un film basado en la historia real de un psicópata que aterrorizó la costa Oeste de Estados Unidos en los años 60-70 y cuyos asesinatos inspiraron el argumento de Harry El sucio. La trama abarca varios años y es sumamente densa con innumerables datos y nombres que surgen durante la investigación, muchos de los cuales aportan muy poca luz al entuerto y más bien confunden al espectador que se ve obligado a estar muy atento ante semejante avalancha de información. El guión adapta rigurosamente la exhaustiva investigación que llevó a cabo su autor cuya obsesión por el caso puso en riesgo su propia vida y casi le cuesta su matrimonio.

A diferencia de Se7en, que se centraba más en la personalidad del asesino, en sus rituales macabros y en el trabajo policial, Zodiac es más una obra de investigación periodística y eso la hace menos atractiva para el gran público. Es menos emocionante, le falta un psicópata con la personalidad de un Hannibal Lecter por ejemplo para cautivar a la audiencia que por lo general dio la espalda a ésta interesante indagación sobre uno de los asesinos más escurridizos y misteriosos de Estados Unidos.