Hermosa cinta de aventuras de marcado acento ecológico que narra el particular duelo entre un oso y un cazador.

Cuenta la historia de un osezno que se queda huérfano y debe aprender a sobrevivir solo en las montañas de la Columbia Británica (en realidad Los Dolomitas). Un día se encuentra con un oso adulto herido de un disparo y juntos lucharán por defenderse del asedio de los cazadores en una batalla por la supervivencia.

La película es como un documental sobre la vida de los osos en la montaña. Las imágenes que muestra sobre la relación entre los plantígrados son muy tiernas y están realzadas con una magnífica fotografía de Philippe Rousselot y la elegante banda sonora de Philippe Sarde. Su director tardó meses en filmar el comportamiento de los osos en su hábitat natural y en este sentido tiene mucho mérito el trabajo del montador para dar sentido y coherencia a todo el material filmado, de ahí su merecida nominación al oscar.

Se trata de una obra bienintencionada destinada a todos los públicos más preocupada en mostrar la vida de los animales en libertad que el desarrollo de los personajes humanos.