Muy mala secuela.

No vale la pena.

Si alguien no se creía el dicho de segundas partes nunca fueron buenas, que por favor vea esta monstruosidad y después me diga si sigue sin creérselo, porque estamos ante uno de los mejores ejemplos de que no se debe aprovechar uno del filón de buenas películas, a menos que se tengan buenas ideas y se sepa como igualar a la antecesora.

Lo único medio aceptable que he sacado son los actores, no confundir con actuaciones, pues la mayoría sobreactúan de una manera que asusta.

Después de la genial primera parte parecía imposible que se pudiera hacer una continuación tan mala.

Vergüenza les tiene que dar a Tarantino y a Rodríguez haber producido semejante insulto a su propio film.