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Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Voto de El Golo Cine:
4
Drama Don Quintín es un modesto viajante de comercio que pasa por continuos apuros económicos. Un día descubre a su esposa con otro hombre en la cama y la echa de casa. Dudando de la paternidad de su pequeña hija la abandona. Pero al cabo de los años decide buscarla. (FILMAFFINITY)
28 de marzo de 2024
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Forma parte de la etapa mexicana del director Luis Buñuel. Un hombre desarma su familia a raíz de una infidelidad de su mujer y ocasiona consecuencias terribles.

Por Nicolás Bianchi

Los valores y nociones alrededor de la familia, las relaciones de pareja y el amor mutan con el correr del tiempo. Por lo tanto, no es adecuado exigir a una obra del pasado estándares que son del presente. Más allá de eso, en La hija del engaño se presentan algunas situaciones en las que ciertos personajes se presentan como víctimas, cuando en verdad son victimarios.

La historia comienza en el hogar de Quintín (Fernando Soler) y Martha (Alicia Caro). Ambos tienen un bebé, al que la mujer atiende. Mientras tanto, mantienen una conversación trivial que denota algo de tensión entre ambos. Quintín está por partir de viaje, ya que es un vendedor de esos que recorren pueblos. Ahora bien, después de tomar el tren surge un imprevisto que lo hace volver a su hogar.

Allí se desatan los problemas. Quintín encuentra a Martha con otro hombre y reacciona violentamente. Busca un arma y comienza a disparar. De todas maneras, el amante logra huir indemne. Pero el esposo engañado desata su furia contra la mujer, que luego de recibir algunos golpes le dice que su hija no es su hija. Esto lleva la cólera del protagonista a otro nivel. Quintín termina echando a Martha de su casa y envía a su hija a vivir con otra familia. Además, no informa a la madre dónde se encuentra su hija.

De alguna manera la película justifica esta reacción del personaje. Una elipsis lleva la historia varios años más adelante. Quintín ya no es un vendedor sino que regentea un casino. Sus laderos, los matones Angelito (Fernando Soto) y El Jonrón (Nacho Contla) aportan cierta comicidad. Son brutos y protagonizan varias escenas ridículas. Pero no inciden en la trama central.

En ningún momento esta historia contempla la situación de Martha, desterrada e impedida de ver a su hija durante el resto de su vida. La mujer no recibe el perdón ni la compasión de su marido, ni siquiera en su lecho de muerte. Es como condenar a la horca a un ladrón de gallinas. Nuevamente, el film no da cuenta de esta crueldad, simplemente lo presenta como algo dado.

En la segunda mitad, la historia se enfila hacia el rencuentro de padre e hija después de décadas. Quintín inicia una búsqueda a través de sus matones y allegados hasta dar con el paradero de la joven María (Lily Aclemar). Después de esta historia terrible la película presenta un final feliz atolondrado, en el que incluso el protagonista mira a cámara para dar un consejo. Se trata de uno de los puntos más bajos en la filmografía de Buñuel.
Por último, en España esta película recibió el nombre de Don Quintín, el amargao. Hubiera sido más correcto bautizarlo como impiadoso o cruel, porque eso es este personaje, más allá de los valores imperantes en su época.

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El Golo Cine
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