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España España · Barcelona
Voto de Mauri:
9
Musical. Drama. Romance Ambientada en el París bohemio de 1900. Satine, la estrella más rutilante del Moulin Rouge, encandila a toda la ciudad con sus bailes llenos de sensualidad y su enorme belleza. Atrapada entre el amor de dos hombres, un joven escritor y un duque, lucha por hacer realidad su sueño de convertirse en actriz. Pero, en un mundo en el que todo vale, excepto enamorarse, nada es fácil. (FILMAFFINITY)
9 de agosto de 2020
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A finales de los años 90 del siglo XX, el género musical había dejado de ser un género habitual en las producciones cinematográficas. El público lo asociaba a la época dorada de los años 40/50 o 70/80. Obviamente se producían films de éxito con canciones y se componían bandas sonoras magistrales, pero el hecho de plantear la trama a base de números musicales integrados en la narrativa dramática había caído en desuso.

A finales de los 90, El visionario director Baz Luhrmann consigue llevar a cabo un ambicioso, arriesgado y revolucionario proyecto. Filmar un musical desde una perspectiva totalmente vanguardista sobre una arrebatadora historia de amor ambientada en el París bohemio de principios del siglo XX. El anterior film de Lurhmann, Williams Shakespeare's Romeo + Juliet (1996) ya había dado buena muestra del talento del director para dotar a sus films de una puesta en escena espectacular y desacomplejada, con un estilo visual característico y rompiendo costuras de géneros y narrativas.

Moulin Rouge nace así como un film único. Una rara avis en un panorama cinematográfico que no apuesta por los musicales. El film consigue un cast de lujo. Nicole Kidman y Ewan McGregor destilan química y talento. Luhrman y el músico Craig Armstrong, innovan al crear una banda sonora que utiliza grandes éxitos del pop del siglo XX. La música original para el film, se mezcla con David Bowie, Elton John, Madonna, Queen, Nirvana, Police. Cualquier canción que ayude a avanzar la trama es bienvenida. El shock inicial en el espectador, se transforma en una extraña fusión de universos y épocas, dotando al film de una potencia lírica inusitada.

Al principio del metraje, el vertiginoso montaje y un estilo visual que roza el del videoclip provocan una borrachera visual en el espectador. Todo es trepidante, abrumador, barroco. El exceso no disminuye conforme avanza el metraje, pero se va ajustando hipnóticamente al desarrollo dramático. Un memorable diseño de producción, vestuario y una vorágine visual pop captura ale espectador, provocando una vinculación eufórica a un gigantesco artificio, que desborda emoción cuando más falso y artificial es.

El film combina momentos paródicos y personajes de trazo grueso, con la intensidad dramática de un desarrollo cada vez más oscuro, profundo, melancólico. Moulin Rouge reivindica el ideal bohemio de Libertad, Belleza, Autenticidad y por encima de todo, el amor. Es una vuelta de tuerca, al musical clásico. El film es un punto y aparte, un antes y un después, y supone el regreso de los musicales al cine por la puerta grande. Desde la reinvención, la modernidad, el vanguardismo, pero sin renunciar a la esencia, a la emoción.

Moulin Rouge es una declaración de amor al cine y al arte. Un enorme despliegue de modernidad, imaginación y creatividad. En definitiva, una experiencia cinematográfica inolvidable.
Mauri
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