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Argentina Argentina · buenos aires
Voto de vcleblanc:
5
Drama En 2001, Billy Beane (Brad Pitt), director general de los Atléticos de Oakland (béisbol), se hizo famoso al conseguir grandes éxitos por medio del método "Moneyball", programa que consiste en construir un equipo competitivo con menos recursos económicos que la mayoría de los equipos de las Grandes Ligas y empleando métodos estadísticos por ordenador para coordinar a los jugadores. (FILMAFFINITY)
9 de diciembre de 2011
5 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
De la nada a la gloria me voy. Fichando de más…

El juego de la fortuna (Moneyball), es el film qué, según la critica “especializada”, puede acercarle, por primera vez en su carrera de actor, el Oscar a Brad Pitt.
Ahora bien, el film de Bennett Miller, aquel Miller que nos entrego un film magistral en Capote, toca un tema trillado; Equipo de béisbol (podría ser también futbol americano) en sus peores horas, jugadores perdedores qué luego de algunos artilugios técnicos (esto si qué en realidad es lo único distinto qué muestra la película a diferencia de casi todas las otras) se encamina a probar las mieles del éxito, y siempre la moral y la ética como premisa, al servicio de la pasión y el corazón.
El film esta basado en el libro de Michael Lewis, es una historia real, que Aaron Sorkin y Steven Zaillian se encargaron de adaptar, con desgano pareciera. El film no logra despegarse de la tibieza y por ende se agrega a la lista de los tantos títulos qué la industria del cine del país del norte lleva a la pantalla grande.
Jonah Hill se destaca con su cara de inocente y su parlamento justo y acertado, pero la cuestión pasa por Pitt: nadie puede ya a estas alturas discutirlo como actor, sobradas muestras dio en su carrera, en El juego de la fortuna su papel es interesante, prolijo y acertado, pero de ningún modo es una labor descollante que haga (a menos qué el inflador funcione) hacer qué se alce con el premio mayor allá por febrero.
En definitiva Pitt termina pareciéndose al film (o viceversa) arrancan con fuerza y se pierden en la tibieza y monotonía de la historia, qué concluye (casi) como empieza en (casi) nada o por lo menos en nada nuevo, en nada que no se haya vista antes; ni tampoco alcanza la premisa de “ganar o perder que más da, lo importante es jugar” esa premisa termina transformándose en pura (y barata) moralina, por el simple hecho de no ubicarla en su punto justo, en su espacio y tiempo acertado, este es un gran error del director, qué intenta sostener el devenir del film en solo lo que parece y no es, en una apariencia que se desdibuja con el correr del metraje.
El juego de la fortuna (Moneyball) presume más de lo qué es, no podríamos decir qué estamos frente a un mal producto, pero tampoco podríamos decir más que eso, se ve, es (casi) correcto y no mucho más…
Este es de esos film que en un par de años no muchos van a recordar, no tendrían tampoco porque hacerlo.
Asociar El juego de la fortuna (léase Pitt, su máximo potencial y exponente) con los próximos premios Oscar seria mucho, PERO…en Hollywood todo puede suceder.

…Dados redondos tuercen mi chance (a veces exagero mi humor
vcleblanc
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