Entiendo que la mayoría de nosotros adoramos las películas con antihéroes, que siempre tomamos partido por el mas débil, por el perdedor, por el que busca renacer de las cenizas. Ok. Lo comprendo y hasta cierto punto lo comparto. Pero dejemonos de joder, es imposible calificar al Sr Rourke simplemente porque no tiene expresión. Se deformó a tal punto el rostro que perdió sus facciones y no sabemos cuando se rie o cuando está a punto de llorar. ¡Y pensar que más de una mojamos los calzones con sus nueve semanas y media junto a Kim Bassinger!. En El luchador se pasaron de tantos golpes bajos que me aburrió. Mala.