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Voto de clapton:
4
15 de septiembre de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llega la entrega anual del ya octogenario Allen, la última de una larga serie que, a pesar de los altibajos, ha mantenido a través de los años un asombroso nivel de calidad prácticamente inigualado por ningún otro cineasta en la historia del cine.
Os recuerdo la lista de las últimos años, para que podáis corroborarlo:
Match Point (2005)
Scoop (2006)
Cassandra’s Dream (2007)
Vicky Cristina Barcelona (2008)
Whatever Works (2009)
You will meet a tall dark stranger (2010)
Midnight in Paris (2011)
To Rome with Love (2012)
Blue Jasmine (2013)
Magic in the Moonlight (2014)
Irrational Man (2015)
Yo de ahí saco al menos seis películas excelentes... ¿de qué otro realizador puede decirse lo mismo en diez años?
No obstante, películas decepcionantes ha habido unas cuantas, y posiblemente ésta sea una de ellas. Confieso que el trailer de la película era prometedor, parecía que Woody había sabido conjugar una vez más el cóctel de diversidad de temas, sensibilidad en la descripción de personajes y relaciones y toques de comicidad con que nos ha fascinado durante décadas. Pero ay! me temo que en esta ocasión, como ya sucedió el año pasado, Woody ha vuelto a fracasar en su ejercicio anual.
Como muchas veces han dicho ya sus críticos, este empeño en entregar ritualmente una película por año roza ya el tinte de lo absurdo. Sus películas fallidas dan la sensación de hechas con desgana, a partir de una idea básica poco trabajada, de un brote de inspiración que, bien desarrollado, con calma, con un buen estudio de personajes y un guión bien fermentado, aderezado con chistes de buena cosecha, seguramente resultaría en una película de calidad, con los toques geniales que tantas veces ha mostrado en su carrera. Pero no, parece que coge su idea básica, echa mano de unos cuantos recursos ya gastadísimos de su vasta y a menudo repetitiva filmografía y despacha el asunto deprisa y corriendo como si se tratara de un abuelete que explica una anécdota rápida en la sobremesa de la cena familiar.
Particularmente enervante encuentro la costumbre que está adoptando en varias de sus últimas películas de incluir un narrador que nos explica innecesaria y torpemente el transcurso del acontecimientos y el discurrir de los protagonistas. Una de las delicias del lenguaje cinematográfico consiste precisamente en ese ejercicio de voyeurismo que realizamos los espectadores, en sacar nuestras propias conclusiones y descubrir, o imaginar las implicaciones, derivaciones, motivaciones y consecuencias de la trama y sus personajes a partir de nuestra posición privilegiada de testigos. Si hay un plasta que se dedica a dárnoslo todo masticado y a explicarnos lo que ya estamos viendo, sólo puede ser debido a que el realizador nos considera estúpidos integrales, a que es consciente de lo mal explicado que está el relato que necesita añadir aclaraciones adicionales, o a simple torpeza y desidia por su parte.
En el spoiler entro en más detalles. Por resumir, os prevengo que no vayáis a verla con muchas expectativas. Si su última entrega “Irrational Man”, ya fue decepcionante, tenía al menos la virtud de una buena idea inicial, la eliminación de una persona por “obligación moral”, algo que a pesar de su pobre desarrollo, se te queda en el recuerdo. En esta ocasión no veo nada digno de perdurar en la memoria. La película consiste básicamente en un extenso ejemplar del “Hola” de los años 30, una historia romántica simple y mal desarrollada, y unos gags sobre judíos y la mafia que no consiguen salvar la función.
Estoy seguro de que si Allen hubiera meditado unos cuantos meses más sobre el guión, los personajes y los diálogos, habría conseguido un producto de mucha más calidad, sin duda.
Os recuerdo la lista de las últimos años, para que podáis corroborarlo:
Match Point (2005)
Scoop (2006)
Cassandra’s Dream (2007)
Vicky Cristina Barcelona (2008)
Whatever Works (2009)
You will meet a tall dark stranger (2010)
Midnight in Paris (2011)
To Rome with Love (2012)
Blue Jasmine (2013)
Magic in the Moonlight (2014)
Irrational Man (2015)
Yo de ahí saco al menos seis películas excelentes... ¿de qué otro realizador puede decirse lo mismo en diez años?
No obstante, películas decepcionantes ha habido unas cuantas, y posiblemente ésta sea una de ellas. Confieso que el trailer de la película era prometedor, parecía que Woody había sabido conjugar una vez más el cóctel de diversidad de temas, sensibilidad en la descripción de personajes y relaciones y toques de comicidad con que nos ha fascinado durante décadas. Pero ay! me temo que en esta ocasión, como ya sucedió el año pasado, Woody ha vuelto a fracasar en su ejercicio anual.
Como muchas veces han dicho ya sus críticos, este empeño en entregar ritualmente una película por año roza ya el tinte de lo absurdo. Sus películas fallidas dan la sensación de hechas con desgana, a partir de una idea básica poco trabajada, de un brote de inspiración que, bien desarrollado, con calma, con un buen estudio de personajes y un guión bien fermentado, aderezado con chistes de buena cosecha, seguramente resultaría en una película de calidad, con los toques geniales que tantas veces ha mostrado en su carrera. Pero no, parece que coge su idea básica, echa mano de unos cuantos recursos ya gastadísimos de su vasta y a menudo repetitiva filmografía y despacha el asunto deprisa y corriendo como si se tratara de un abuelete que explica una anécdota rápida en la sobremesa de la cena familiar.
Particularmente enervante encuentro la costumbre que está adoptando en varias de sus últimas películas de incluir un narrador que nos explica innecesaria y torpemente el transcurso del acontecimientos y el discurrir de los protagonistas. Una de las delicias del lenguaje cinematográfico consiste precisamente en ese ejercicio de voyeurismo que realizamos los espectadores, en sacar nuestras propias conclusiones y descubrir, o imaginar las implicaciones, derivaciones, motivaciones y consecuencias de la trama y sus personajes a partir de nuestra posición privilegiada de testigos. Si hay un plasta que se dedica a dárnoslo todo masticado y a explicarnos lo que ya estamos viendo, sólo puede ser debido a que el realizador nos considera estúpidos integrales, a que es consciente de lo mal explicado que está el relato que necesita añadir aclaraciones adicionales, o a simple torpeza y desidia por su parte.
En el spoiler entro en más detalles. Por resumir, os prevengo que no vayáis a verla con muchas expectativas. Si su última entrega “Irrational Man”, ya fue decepcionante, tenía al menos la virtud de una buena idea inicial, la eliminación de una persona por “obligación moral”, algo que a pesar de su pobre desarrollo, se te queda en el recuerdo. En esta ocasión no veo nada digno de perdurar en la memoria. La película consiste básicamente en un extenso ejemplar del “Hola” de los años 30, una historia romántica simple y mal desarrollada, y unos gags sobre judíos y la mafia que no consiguen salvar la función.
Estoy seguro de que si Allen hubiera meditado unos cuantos meses más sobre el guión, los personajes y los diálogos, habría conseguido un producto de mucha más calidad, sin duda.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Entrando ya en la materia de la película:
- Los personajes son simples y mal dibujados. El trabajo de los actores es trivial, sin que aporten nada a unos roles con poca sustancia.
- El protagonista adolece de los eternos tics de Woody, sin apenas rasgos cómicos más allá de la escena de la prostituta, que tiene algún buen gag pero está estirada en extremo.
- el personaje del tío es esquemático, se comporta como un robot que repite hasta la saciedad el engranaje de verse continuamente interrumpido por saludos y llamadas de celebridades.
- lo mismo puede decirse del personaje del hermano mafioso: robótico. Compárese por ejemplo con el mafioso de “Balas sobre Broadway”. No hay color.
- la relación romántica entre los protagonistas es simple y sólo alcanza un mínimo de sutileza en la escena final del Año Nuevo, aunque el recurso de la evocación mútua durante las campanadas no tiene nada de original y se ha tratado en infinidad de películas, pongamos por ejemplo en “When Harry Met Sally”.
- la protagonista es insulsa. Woody nos tiene que repetir diez veces que es “un ángel caido del cielo” para que nos convenzamos de sus supuestas virtudes. Compárese con otros personajes femeninos de Allen... Annie Hall, Otra Mujer, Interiores, Whatever Works... No hay color.
- Las escenas de seducción son, de tan esquemáticas, ridículas. Allen pretende convencernos de que basta nombrar la palabra “jazz” para que bellas mujeres caigan rendidas a los pies de cualquier mequetrefe.
- La lista verborreica de celebridades del Hollywood de los años 30 acaba resultando cargante. Parece una especie de test de conocimientos de la historia del cine, que al principio divierte pero acaba aburriendo.
Como méritos de la peli sólo destaco:
- Los guiños cinéfilos con las localizaciones y encuadres de escenas famosas del cine. Eso para mí sí es lenguaje cinematográfico y jugar con la inteligencia del espectador. Yo sólo reconocí la playa de “De aquí a la eternidad” pero seguro que los expertos reconocen muchas otras.
- La idea básica de que “la vida es una comedia cuyo guión ha sido escrito por un sádico”. No es una idea muy original, pero todos seguramente podemos sentirnos identificados con la sensación de lo que pudo haber sido y no fue, con la situación de los protagonistas cuyas vidas tomaron rumbos divergentes y se encuentran al pasar los años atrapados en una vida más o menos insatisfactoria, soñando eternamente en la oportunidad perdida del pasado. Era una buena idea, pero torpemente desarrollada.
En resumen... hacia el minuto treinta ya empecé a mirar el reloj.
- Los personajes son simples y mal dibujados. El trabajo de los actores es trivial, sin que aporten nada a unos roles con poca sustancia.
- El protagonista adolece de los eternos tics de Woody, sin apenas rasgos cómicos más allá de la escena de la prostituta, que tiene algún buen gag pero está estirada en extremo.
- el personaje del tío es esquemático, se comporta como un robot que repite hasta la saciedad el engranaje de verse continuamente interrumpido por saludos y llamadas de celebridades.
- lo mismo puede decirse del personaje del hermano mafioso: robótico. Compárese por ejemplo con el mafioso de “Balas sobre Broadway”. No hay color.
- la relación romántica entre los protagonistas es simple y sólo alcanza un mínimo de sutileza en la escena final del Año Nuevo, aunque el recurso de la evocación mútua durante las campanadas no tiene nada de original y se ha tratado en infinidad de películas, pongamos por ejemplo en “When Harry Met Sally”.
- la protagonista es insulsa. Woody nos tiene que repetir diez veces que es “un ángel caido del cielo” para que nos convenzamos de sus supuestas virtudes. Compárese con otros personajes femeninos de Allen... Annie Hall, Otra Mujer, Interiores, Whatever Works... No hay color.
- Las escenas de seducción son, de tan esquemáticas, ridículas. Allen pretende convencernos de que basta nombrar la palabra “jazz” para que bellas mujeres caigan rendidas a los pies de cualquier mequetrefe.
- La lista verborreica de celebridades del Hollywood de los años 30 acaba resultando cargante. Parece una especie de test de conocimientos de la historia del cine, que al principio divierte pero acaba aburriendo.
Como méritos de la peli sólo destaco:
- Los guiños cinéfilos con las localizaciones y encuadres de escenas famosas del cine. Eso para mí sí es lenguaje cinematográfico y jugar con la inteligencia del espectador. Yo sólo reconocí la playa de “De aquí a la eternidad” pero seguro que los expertos reconocen muchas otras.
- La idea básica de que “la vida es una comedia cuyo guión ha sido escrito por un sádico”. No es una idea muy original, pero todos seguramente podemos sentirnos identificados con la sensación de lo que pudo haber sido y no fue, con la situación de los protagonistas cuyas vidas tomaron rumbos divergentes y se encuentran al pasar los años atrapados en una vida más o menos insatisfactoria, soñando eternamente en la oportunidad perdida del pasado. Era una buena idea, pero torpemente desarrollada.
En resumen... hacia el minuto treinta ya empecé a mirar el reloj.