Denis Villeneuve ha conseguido entrar de cabeza en la lista de directores cuyo próximos estrenos no me perderé. Con 'Prisoners' ha demostrada su potencial en una gama enorme de recursos en todos los aspectos. Una estética centrada en la oscuridad y el pesar de las mentes tras grandes pérdidas sentimentales, se muestra fielmente a través de escenas magistralmente rodadas bajo la lluvia o la luz de las velas, en situaciones límite de sus protagonistas o en momentos en los que la tensión aumenta sin a penas percatarnos de ello hasta que estamos dentro de la propia película. Un thriller en toda regla que recuerda a obras tan ovacionadas como 'Se7en' o 'Zodiac' en aspectos de intriga, investigación, sospechas y venganzas.

El laberinto propuesto crece entorno a unos personajes firmes a medida que avanza la película. Las interpretaciones de Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal traspasan límites de la cordura para afrontar situaciones complejas en las que el dilema moralista estalla contra los deseos más arraigados en el alma del hombre poniéndolo entre ellos, su propia ética y la doctrina de su Dios, convirtiéndolos en "prisioneros" dentro de su propia piel. El guión consigue mantener la tensión del hilo conductor hasta el final de la película con matices que consiguen captar nuestra atención entre movimientos de cámara milimétricos. Un lujo de creado para el disfrute de dos horas y media que entretendrá con una trama cargada de dramatismo, misterio y acción, embaucará a los espectadores gracias a un tratado de la imagen que roza lo poético en algunos fragmentos, y aburrirá a aquellos que sólo buscaban acción por acción sin demasiados quebraderos de cabeza.

Sabiendo en todo momento en qué dirección avanza, consiguen un thriller intenso a partir de la semilla más básica del melodrama, lo decora con la atractiva oscuridad característica de géneros como el neo-noir y lo reafirma con convicción gracias a diálogos inteligentes y giros inesperados de guión. Suena apetecible seguir viendo cine de este estilo, ha conseguido sorprenderme y adentrarme en sus dilemas mientras la trama me mantenía atento a cualquier detalle.