Comedia británica ligera y bastante plana en donde Nick Frost nos regala un papel simpático y poco más. Las interpretaciones de Ian McShane y de Rashida Jones (la Mariam Hernández hija de Quincy Jones) son -o parecen- desganadas y sin gracia. No así la de Chris O´Dowd, tal vez el papel más envolvente y antipático, que quizá sea el que evoque un poco de "salsa" a una película un tanto sosa.

El guion se podría calificar como "del montón", una historia fácilmente olvidable y sin ninguna repercusión, en donde alguien que había olvidado su pasión la recupera por una chica. ¿Les suena? Pues hasta una "pelea" de baile en el aparcamiento se me asemeja a algo muy parecido visto en "Zoolander". El humor es bastante complaciente y benevolente, aunque sea especiado en ocasiones por algunos chascarrillos raciales y/o referentes a la sexualidad. Pero ni así.

Para ver en una sobremesa sin esperar nada a cambio. Porque eso sí, la película no promete algo que no puede ofrecer. Es, sin ninguna duda, algo totalmente previsible.