Cuesta mucho de entender como Scott Hicks puede realizar una película como ésta. Un director al que siempre le ha gustado jugar con los sentimientos, abrirlos al público, traspasarlos más allá de las butacas, y que cada uno nos sintamos un poco identificados o abrumados por la situación.

Y digo que cuesta de imaginar como el señor Hicks, quién nos hizo emocionar con su obra maestra “Shine” (1996), ahora 18 años después nos hace reír con éste film llamado “Cuando te encuentre”. Y si tristemente el sentimiento que más a aflorado en mi mientras veía la película (juntamente a mis palomitas) ha sido la de....dios mío....¿como puedo estar viendo esto?

Digamos que el reclamo del guaperas Zach Efron (conocido por el High School Musical de Disney), puede valer para un público femenino adolescente y por otro lado poco exigente, que se conforme con ver a su ídolo juvenil enamorando a la partener de turno, pero indudablemente no para todo aquel que les guste disfrutar de buenos guiones o buenas interpretaciones, o por lo menos con más de dos registros diferentes del protagonista. Sabemos todos que hay actores que llevan sus papeles uno tras otros, con el mismo semblante, sin apenas modificaciones en él, ya sea una escena trágica, bélica o enfermiza....pero suelen protagonizar películas de acción, donde la espectacularidad de lo que vemos, suple en algunos casos la carencia interpretativa de varios de ellos.
Pero señores, estamos ante una película romántica hasta la médula, donde requeriría de más recursos o estadíos, más allá de la cara de susto que tiene el bueno de Efron toda la cinta: Desde el minuto uno, donde presenciamos unas breves y sencillas escenas bélicas, hasta los momentos más tiernos de la pareja protagonista.

(sigue en spoiler)