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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
6
Terror. Comedia. Fantástico El espíritu de la Navidad simboliza la unión familiar y en la generosidad, pero cuando Max ve que su familia se resquebraja pierde la fe en estos valores. Esto despertará la ira del Krampus, un ser mitológico que acecha al niño y a sus parientes para atormentarles las fiestas y hacerles vivir un infierno. Para enfrentarse al Krampus y salvar la vida, Max y los suyos tendrán que dejar a un lado sus diferencias y unir sus fuerzas contra el monstruo. (FILMAFFINITY)  [+]
18 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como todo en la vida, el cine no es insensible a las modas y, no pocas veces, nos encontramos con rachas de películas que comparten filosofía o temática. La cosa tiene, seguramente un nombre científico (‘efecto trending’, ‘variable McKey’ o similar) pero estoy seguro de que eso de que todo el mundo se apunte a seguir el rebufo de lo que les funcionó a otros ya viene de lejos: de las competiciones de faraones para ver quién hacía la pirámide más alta o más peculiar o con los emperadores chinos peleando a ver quién se enterraba con más guerreros de terracota.

Pero no hace falta irnos tan lejos. Las imitaciones y variaciones sobre la Bruja de Blair o del humor de “Supersalidos” no legión y, hace unos años, hubo una especie de corriente desmitificadora de la Navidad. Frente a telefilmes de plantilla, adaptaciones de “Cuento de Navidad”, empalagosos estrenos con estrellas venidas a menos y algún grinch ocasional como elemento transgresor, empezaron a aparecer películas que, básicamente, se cagaban en lo que representa la Navidad. El dique lo resquebrajaron los suecos (o noruegos, no me acuerdo bien) haciendo arqueología mitológica y trayendo a colación un par de películas en las que el Santa Claus original castigaba a los niños y lo reventaron los americanos con multitud de refritos de payasadas ambientados en Navidad. Naturalmente, en una Europa occidental que reniega de sus tradiciones, ahora mismo es prácticamente imposible encontrar (salvo Santiago Segura) películas que no asocien Navidad con soledad, tristeza o miseria o que aprovechen para soltar algún discurso sobre cuándo nació realmente Jesús.

“Krampus, maldita Navidad” va en esta línea provocadora de Navidades terroríficas y de acción, pero con criterio y personalidad propia. Indudablemente, la película es original y tiene, evidentemente, elementos de ciencia ficción, mágicas, sobrenaturales o como se quiera ver, pero tiene las ideas claras y sus intenciones son serias. La cinta juega a sorprender escondiendo sus cartas y que el espectador se pregunte si, realmente, se atreverá a hacer morir a buena gente en Nochebuena y, de hacerlo, si serán muertes aptas para todos los públicos. Por ese lado, el tono de los primeros actos es familiar y amablemente cómico, antes de pasar a una acción llena de sobresaltos y algo claustrofóbica. La película se mueve con soltura en ambos mundos, pero se le ve algo descompensada, o muy almibarada o muy especiada, sin término medio.

A los golosos amantes del dulce les gustará la primera mitad y a los adictos al tabasco, la segunda… No quisiera comentar mucho más, para no estropear sorpresas. Es mejor verla sin referencias previas y que cada cuál juzgue las sensaciones que le provoca. Objetivamente, está bien hecha y bien planteada: es una buena película con momentos de humor y momentos intensos de pasar miedo. Pero, personalmente, creo que a la realización le faltan maneras para conseguir un producto que cambie de registro con más suavidad. Indudablemente, si quería impactar con los giros, lo consigue sobradamente pero el precio de tanto contraste (y tan brusco) es dejar a un espectador medio con mal cuerpo y la cara torcida. Con el mismo material, hay directores que hubiesen logrado un producto en la línea de “Gremlins”, provocador, audaz, gracioso, terrorífico y familiar y no una película que no sabes muy bien qué sensaciones deja.
OsitoF
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