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Voto de OsitoF:
9
6,0
43.467
Ciencia ficción. Acción
Cuando legiones de monstruosas criaturas, denominadas Kaiju, comienzan a salir del mar, se inicia una guerra que acabará con millones de vidas y que consumirá los recursos de la humanidad durante interminables años. Para combatir a los Kaiju gigantes diseñan un tipo especial de arma: enormes robots, llamados Jaegers, que son controlados simultáneamente por dos pilotos cuyas mentes están bloqueadas en un puente neural. Pero incluso los ... [+]
30 de diciembre de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con “Pacific Rim”, Guillermo del Toro lleva el género kaiju, el de gigantescas bestias que atacan y arrasan con más o menos motivos las poblaciones civiles que encuentran a su paso (los «Godzilla», para entendernos), a cotas de excelencia cinematografica no vistas previamente. Cuando parecía que se trataba de un género agotado por sobreexplotación, del Toro lo envuelve con un contexto de guerra entre humanos y alienígenas bastante sólido y coherente que le permite construir una película a la que el público se pueda enganchar durante todo el metraje en lugar de quedar saturado de destrucción a los quince minutos.
Así, lo que habitualmente sería una película de espectaculares, aunque arbitrarios, genocidios por parte de unas bestias sobre unas ciudades, pasa a ser una película de ciencia ficción en la que la humanidad vive atrincherada tras unas fortificaciones amuralladas y ha construído unas máquinas gigantescas con las que enfrentarse a los monstruos. Esos robots gigantes, que escenifican la lucha del intelecto y la voluntad humana frente a la fuerza de la naturaleza (aunque manipulada por unos marcianos), están manejados por humanos concienzudamente preparados para ello y que, además, poseen ciertas habilidades innatas. La historia diversifica así sus elementos de interés, basculando equilibradamente entre la lucha de las máquinas contra las bestias y la lucha de los hombres por controlar a las máquinas.
Entre ambos ejes dotan a la película de unos cimientos muy potentes sobre los que construir lo que sea y proporcionan a del Toro la libertad para dar rienda suelta a su creatividad en el diseño de máquinas, kaijus y combates. El nivel del arte conceptual es elevadísimo, creando una gran variedad de monstruos muy imaginativos y bien caracterizados, como no podía ser de otra forma de alguien con las capacidades artísticas que del Toro ha venido demostrando a lo largo de su trayectoria. También son dignas de ver varias veces las exquisitas y sofisticadas peleas a múltiples bandas, entre gigantescos contendientes, coreografiadas con un nivel perfeccionismo que sugiere algo próximo a la obsesión compulsiva. Por increíble que parezca, del Toro consigue sacar algo muy parecido a la expresividad a máquinas y bestias gigantes y que unas peleas con cierto parecido al Wrestling resulten de lo más natural.
Interesante, entretenida y bien hecha, muy bien hecha. Saca un gran partido a sus efectos especiales y a un reparto muy carismático pero, sobre todo, a un ritmo endiablado y al esfuerzo por hacer que, en el contexto de la ciencia ficción, todo parezca creíble. Para mí, muy superior a otras películas de Guillermo del Toro que han tenido mejor aceptación.
Así, lo que habitualmente sería una película de espectaculares, aunque arbitrarios, genocidios por parte de unas bestias sobre unas ciudades, pasa a ser una película de ciencia ficción en la que la humanidad vive atrincherada tras unas fortificaciones amuralladas y ha construído unas máquinas gigantescas con las que enfrentarse a los monstruos. Esos robots gigantes, que escenifican la lucha del intelecto y la voluntad humana frente a la fuerza de la naturaleza (aunque manipulada por unos marcianos), están manejados por humanos concienzudamente preparados para ello y que, además, poseen ciertas habilidades innatas. La historia diversifica así sus elementos de interés, basculando equilibradamente entre la lucha de las máquinas contra las bestias y la lucha de los hombres por controlar a las máquinas.
Entre ambos ejes dotan a la película de unos cimientos muy potentes sobre los que construir lo que sea y proporcionan a del Toro la libertad para dar rienda suelta a su creatividad en el diseño de máquinas, kaijus y combates. El nivel del arte conceptual es elevadísimo, creando una gran variedad de monstruos muy imaginativos y bien caracterizados, como no podía ser de otra forma de alguien con las capacidades artísticas que del Toro ha venido demostrando a lo largo de su trayectoria. También son dignas de ver varias veces las exquisitas y sofisticadas peleas a múltiples bandas, entre gigantescos contendientes, coreografiadas con un nivel perfeccionismo que sugiere algo próximo a la obsesión compulsiva. Por increíble que parezca, del Toro consigue sacar algo muy parecido a la expresividad a máquinas y bestias gigantes y que unas peleas con cierto parecido al Wrestling resulten de lo más natural.
Interesante, entretenida y bien hecha, muy bien hecha. Saca un gran partido a sus efectos especiales y a un reparto muy carismático pero, sobre todo, a un ritmo endiablado y al esfuerzo por hacer que, en el contexto de la ciencia ficción, todo parezca creíble. Para mí, muy superior a otras películas de Guillermo del Toro que han tenido mejor aceptación.