Revisión en clave femenina de las típicas comedias de iniciación sexual para adolescentes, de la familia de “American Pie” o “Supersalidos”, pero invirtiendo los géneros y suavizando el tono. Ahora es una chica, ayudada por esa muy mejor amiga incondicional que todos los jóvenes americanos tienen, a la que se le mete entre ceja y ceja (por no decir que se le pone en el coño) tener una adolescencia plena de la que luego no tenga que arrepentirse por no haber experimentado esto o aquello. Así que, organizadita que es ella, investiga, se documenta y hace una lista, con la intención de cumplirla, con todas las posiciones y conceptos sexuales, reales o ficticios, que circulan por ahí lo que le lleva a vivir toda serie de cómicas y disparatadas aventuras.

Visto así, “Cosas que hacer antes de los 18” no es particularmente revolucionaria pero tiene el aliciente de contar con una Aubrey Plaza en uno de sus primeros papeles como protagonista y, ciertamente, demostró (más allá del talento interpretativo) contar con esa energía, ese factor o ese algo diferente que transmite que se está ante alguien con el futuro que ha terminado teniendo. Es de esas veces donde queda claro que un actor sube algún punto el caché de la película. Otro punto de mérito se lo lleva una realización que evita que la producción caiga en lo soez o en lo grosero, como no sería de extrañar de una película que orbita en torno a una checklist picantona, y la mantiene holgadamente en el lado elegante de la frontera de un humor que apenas provocará algún sonrojo entre la gente de cierta edad. O ni eso.

Por lo demás, todo se desarrolla de una manera previsible, que tampoco desagrada, mientras Plaza conecta algún que otro chiste con éxito y escenifica alguna leyenda urbana de la sexología de las redes sociales. En conjunto, se le ve mejor película que otros referentes del género, aunque carece de ese golpe de humor, de ese chascarrillo trending o ese gag mítico que la coloque en el mapa.