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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
3
Comedia. Acción Audrey y Morgan son dos amigas que se ven involucradas en una conspiración internacional cuando una de ellas descubre que su ex-novio era en realidad un espía. (FILMAFFINITY)
5 de marzo de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mila Kunis ha dejado atrás y bien atrás, los tiempos de joven y guapa promesa en los que parecía que se iba a comer el mundo -cinematográfico -, con una belleza exótica, simpatía natural y capacidad para enfrentarse a todo tipo de papeles. Después de tocar el cielo con su papel en “Cisne Negro”, se casó con Asthon Kutcher, ha tenido algunos niños y parece haber encontrado su zona de confort repitiendo una y otra vez el papel de graciosa gamberra. No ganará premios (serios) pero seguro que le pagan bien y no va descalza. Yo en su lugar también lo haría.

“El espía que me plantó” es un paso más en esa carrera de mediocre comodidad, esta vez en algo que con cierta generosidad y mente abierta podríamos considerar una comedia de acción, un género que siempre me ha provocado animadversión, quizá porque me parece un despilfarro de recursos dedicar tiempo, dinero y esfuerzo en disparos, peleas y explosiones que en el fondo son de mentira y no conducen más que a alguna salida graciosa; o quizá porque me parece superficial hacer chistes con la guerra y la muerte. Pero el caso es que ni siquiera la película que inauguró el género, “Mentiras arriesgadas”, llegó a convencerme y, aun reconociendo que es una muy buena película en todos los sentidos, me reí mucho con la parte cómica y me pareció una astracanada la parte de acción.

Así que si “Mentiras arriesgadas” se me hizo bola, esta patochada mal dirigida, pésimamente estructurada e interpretada con poca seriedad – una cosa es hacer una comedia y otra que todo el mundo esté todo el rato haciendo el ganso- se salva por los pelos de la categoría de ‘truño’. “La espía que me plantó” dura cerca de dos horas y puede que en todo ese tiempo no haya más de uno o dos sketches trabajados, de esos que se siembran en una escena y un par de secuencias más adelantes tienen el golpe de humor. Y ninguno tiene gracia de lo pobremente pensados que están. Todo lo demás son viajes por Europa para camuflar con imágenes turísticas la ausencia de trama y verborrea incesante entre las protagonistas, toda ella con un humor grosero que no creo que escandalice a nadie con más de siete años. Cuando al humor gamberro le quitas la gracia, te queda esto: dos tías gritando guarradas sin sentido o un tío que enseña la chorra porque sí, porque ya es hora de desnudos masculinos gratuitos. No sé si en algún momento de la promoción, “El espía que me plantó” ha jugado la carta del feminismo en plan «es una película de chicas en apuros que viven incesantes aventuras en un mundo de hombres, así que hay que verla desde esa óptica y obviar sus defectos» pero espero que no, el feminismo no se merece que lo usen de paraguas para esconder la falta de calidad.

Es una completa pérdida de tiempo, larga, aburrida y sin gracia. No hay por donde cogerla. ¿Puede que el género de la comedia gamberra haya tocado fondo con esto? Ojalá.
OsitoF
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