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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
6
Drama Un refugiado de la guerra civil sudanesa convive en los Estados Unidos con otros jóvenes sudaneses. Tras su llegada a América, ellos conocen a Carrie (Reese Witherspoon), una trabajadora social que, consciente de su tragedia, trata de enseñarles cómo deben desenvolverse en un mundo tan distinto al suyo. (FILMAFFINITY)
21 de febrero de 2024
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Drama sobre refugiados sudaneses que, para lo rancio que soy yo, por una vez me tocó la fibra. Posiblemente, porque no dice por ninguna parte que sea una película basada en hechos reales pero no me resulta complicado llegar a creerme lo que veo. A través de las desventuras de un grupo de hermanos huérfanos menores de edad en una de las muchas guerras civiles africanas, “La buena mentira” intenta tratar con amplia perspectiva el impacto de esta clase de conflictos en los más débiles, los no combatientes, especialmente si se ven desamparados y sin adultos que se hagan cargo de ellos.

Así, más allá de los riesgos evidente en combates, el simple hecho de subsistir y encontrar el agua, la comida y el refugio para sobrevivir un día más es una odisea en sí misma, especialmente en áreas esquilmadas con el riesgo constante de represalias indiscriminadas cualquiera de los bandos (que no hacen distinciones cuando buscan sangre) o de que termines reclutado para servir de carne de cañón. Incluso el hecho de llevar a un campo de refugiados no supone llegar a un nuevo hogar, porque la escasez de medios los convierte en otra prueba de supervivencia frente a otros refugiados más mayores (pero igual de necesitados) que compiten con ellos por los recursos. “La buena mentira” continúa el recorrido describiendo diferentes escenarios relacionados con la emigración (legal) desde Sudán al primer mundo, donde no siempre las cosas son de color de rosa y la integración no siempre es fácil ni posible. El Sistema no es perfecto y la cadena de acogida está llena de lagunas e intermediarios interesados en aprovecharse de las ayudas a los acogidos.

Naturalmente, ni las emociones a flor de piel ni las buenas intenciones que todo lo inundan pueden ocultar la naturaleza instrumental de varios de los personajes incluídos en el guion para ilustrar cada riesgo o peligro del proceso: a un hermano le pasa esto aquí, a otro le pasa aquello allá… siempre hay un hermano al que convenientemente que pasa por una de las vicisitudes que trata de poner de manifiesto la película. Pero el conjunto es solvente y la película lo resiste, llevándonos a empatizar con unos chavales obligados a madurar apresuradamente para colaborar en lo que puedan y hacerse cargo de los más pequeños, en tareas que sobrepasarían las capacidades de muchos adultos.

Su desenlace es un poco rebuscado y debería penalizar su credibilidad pero, en ese punto, todo el entramado emotivo ha alcanzado unas cotas tan conmovedoras que quieres creer que vale, que adelante con la traca final. En cierto modo, se lo gana con toda una historia previa bastante honesta en su crudeza y crueldad y, lo mejor de todo, contada sin mensajes ni ideologías a pesar de que el tema se presta a la demagogia y el populismo barato. Pues no, “La buena mentira” trata de contar las cosas como son y dejar que cada cual saque las conclusiones que vea, incluso de llegar a conclusiones discrepantes de la postura oficial. Mucha aventura, mucho drama y muchas buenas vibraciones, con cero política, como tiene que ser.
OsitoF
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