Ay si esta película fuera norteamericana... no tendría tan malas críticas. Acabo de terminarla y sinceramente estoy encantado. Me ha parecido una aventura trepidante, una montaña rusa de emociones.
La película es espectacular en el aspecto técnico. Todo está unido de manera colosal bajo la batuta de de la Iglesia, todo encaja en un pintoresco cuadro con personajes bien definidos e irresistiblemente interesantes.
Jaime Ordóñez destaca con una interpretación alocada, que consigue que sólo sintamos odio por su personaje. El resto son un complemento perfecto, todos firmando buenos papeles.
La banda sonora se queda en nuestra mente una vez termina este viaje cargado de tensión y frustación. ¿Lo peor? El claro parecido a Rec en el planteamiento y la idea general aunque sea mucho más reflexiva que ésta; y lo poco útil que resulta que el vagabundo esté tan loco sin sentido.
En conclusión, es una película que o te encanta o la odias, como las montañas rusas.