El príncipe de Zamunda ni siquiera figura entre mis películas favoritas de Eddie Murphy, aun así, cada vez que la ponían en televisión me quedaba a verla pues me parecía entretenida y me hacía pasar un buen rato, ya que ni siquiera me parece una gran comedia, pero sí una peli muy simpática.

Ahora, varias décadas después, llega la segunda parte y justo opino lo contario de la primera entrega. El Rey de Zamunda es una película que a los diez minutos exactos ya sé que no me va a gustar, puesto que ya empiezan a abusar de escenas tontas, de escatología y sobre todo de chistes de sexo.... Y ya no paran en las dos horas siguientes. Bien, no estoy en contra de ese tipo de humor, pero haz un chiste de pedos o dos de polla a lo largo de toda la película, no cada cinco minutos. Además, creo que la cultura afroamericana, aunque estén en un sitio de África llamado Zamunda, queda muy mal parada, cada x tiempo tiene salir una cantante famosa de color haciendo un tema en plan musical o cuando van a América a ellos como no les gusta el rap y el baloncesto.

Resulta penoso ver como la sociedad, sobre todo la americana, aunque en el resto del mundo vamos prácticamente igual, hemos involucionado de tal manera que en los 80 éramos más irreverentes y atrevidos y no pasaba nada. Los cómicos hacían reír, poca gente se sentía ofendida porque el humor es humor todos disfrutábamos mucho con ellos. Ahora se ve que si no haces chistes de “culo pedo caca pis” no eres nadie o dejas de ser moderno y a los millennials parece que es lo único que le gusta y con lo único que se ríen cuando ven una peli.

Y como no, tirón de orejas para Eddie Murphy, de ser un gran cómico, gran cantante y gran actor se fue degradando poco a poco y de tal manera hasta ser posiblemente junto a Stallone el actor más nominado a los premios Razzie, y él mismo se lo buscó puesto que “El chico de oro”, “Superdetective en Hollywood” “48 horas” “Entre pillos anda el juego” “El profesor chiflado” o la original “Coming to America” son grandes comedias muy bien interpretadas que no tienen nada que ver con las últimas tontunas que hizo en tono más histriónico. En “Dr. Dolittle” aun estaba muy bien y en “Dreamgirls” logró su única nominación al Oscar, pero apartir de “Pluto Nash” todo se fue a la mierda, y aunque su penúltima película “Yo soy Dolemite” tuvo buenas críticas de público y crítica la volvió a cagar con la segunda parte de Zamunda, y es una pena porque repite todo el reparto original y se incorporan nuevos actores como el gran Morgan Freeman o Wesley Snipes.

Lo mejor: Recuperar tantos años después a todo el elenco de la primera y recrear algunas escenas que suceden en la primera entrega que no vimos.

Lo peor: Que una comedia pretenda ser tronchante haciendo chistes políticamente correctos o incorrectos de la mujer, los blancos/negros, los pobres y ricos, los matrimonios de conveniencia y de sexo, sexo y sexo... para convertir todo al final en un batiburrillo musical.