Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
6
Drama Jerome Varenne (Mathieu Amalric) es un financiero francés que vive en Shanghái con su compañera sentimental y profesional Chen-Li (Gemma Chan). En un breve viaje de negocios a París, se entera por su madre y su hermano de que la casa de su infancia se va a vender. Para impedirlo y saber de primera mano qué es lo que realmente está ocurriendo decide ir al pueblo. Lo que no sabe es que ese viaje cambiará para siempre el curso de su vida. (FILMAFFINITY) [+]
23 de julio de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A sus venerables 83 años, Jean-Paul Rappeneau, luminaria del cine francés desde 1960 (Zazie dans le métro), guionista y director, a quien debemos el mejor Cyrano jamás filmado, volvió a la dirección después de 12 años para realizar una comedieta cercana al vodevil, que gira en torno a los dolores de cabeza que produce una casa solariega cuyo propietario tenía esposa, hijos, amante e hija con ésta. Muy galo, en suma. Peleas, correrías, amores furtivos, amores no tan furtivos, equívocos, intrigas políticas, en fin, todos los ingredientes propios de aquellas apolilladas (hoy) comedias de Pierre de Marivaux, reivindicado en los últimos tiempos. Si bien podría decirse que el guión está cogido con imperdibles, es en la agilidad de la cámara y en las interpretaciones de gente solvente donde se basa el encanto de la obra. Aunque Lellouche va pasado de rosca, algo habitual en él, Amalric se muestra comedido, Nicole Garcia convincente, y entrañable como siempre el gran André Dussollier. No puedo dejar de mencionar a la fascinante Marine Vacth, cuyo culo ocupa ya un lugar de honor en mi panteón de traseros ilustres. Son sólo unos segundos, pero conviene atesorarlos y suplicar que vengan más. Martin Rappeneau, hijo de Jean-Paul, firma una banda sonora deudora de Alexandre Desplat (me hizo dudar incluso) que contribuye a alegrar la función.
Por supuesto, no se trata de una gran película, sino tan sólo un capricho que ha querido permitirse un octogenario veterano del cine francés en el ocaso de su vida. Probablemente, estoy siendo generoso, pero en ocasiones no me importa.
Eduardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow