La típica parejita pulcra y mona estadounidense abandona la gran ciudad (Chicago) para instalarse en la típica urbanización de casas individuales tan propia de Speilberrg, situada cerca del lugar de nacimiento del marido. Cuando nos tememos lo peor, aparece un antiguo compañero de clase de éste y todo empieza a derivar hacia una pesadilla de sorprendente desarrollo y resultados...
Excelente opera prima del actor Joel Edgerton, quien se reserva un papel trascendental, El regalo es una cinta de terror muy bien escrita y rodada, en que lo que se calla es tan o más importante todavía que lo que se dice. Edgerton, que también escribe el guión, gradúa eficazmente el suspense sin aspavientos, sustos absurdos ni cataratas de violines chirriantes. Lo importante es el estudio psicológico del trío protagonista, que no responde a los estereotipos habituales aunque al principio lo pueda parecer. Es difícil comentar la película sin caer en el spoiler, aunque sí advertiré que nada es lo que parece. Con el concurso de una cámara atenta a las situaciones y los personajes, la cinta avanza con ritmo pausado pero seguro hasta el sorprendente desenlace. A su calidad no es ajeno el elevado nivel de las interpretaciones. Jason Bateman, alejado por una vez de las chorradas que suele filmar, está perfecto en el papel de ese hombre normal cuyo destino se va sellando poco a poco. Joel Edgerton, el ex compañero de clase, clava esa figura ambiguo que conecta el pasado con el presente de una forma estremecedora. Y Rebecca Hall... ¿Qué decir de esa magnífica actriz y hermosa mujer? Rebecca se deja acariciar por la cámara, que toma nota de las sucesivas emociones que se van plasmando en su bello rostro de ojos, pómulos y boca que cortan la respiración. Un reparto inspirado para una pequeña película sorprendente.
Ah, y... Cualquier película con Rebecca Hall dentro me gusta más.