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España España · Madrid
Voto de Charles:
7
6,7
25.112
Animación. Aventuras. Acción. Comedia Secuela de "Los increíbles". Helen tiene que liderar una campaña para que los superhéroes regresen, mientras Bob vive su vida "normal" con Violet, Dash y el bebé Jack-Jack —cuyos superpoderes descubriremos—. Su misión se va a pique cuando aparece un nuevo villano con un brillante plan que lo amenaza todo. Pero los Parr no se amedrentarán y menos teniendo a Frozone de su parte. (FILMAFFINITY)
13 de agosto de 2018
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente, es verdad.
Segundas partes fueron buenas, hemos tenido ejemplos a montones. Al lugar en el que has sido feliz deberías tratar de volver, porque como poco lo pasarás bien.
Pero, esto es así, hay secuelas que justifican su necesidad lo que tardas en preguntarte si te han mostrado algo que debías saber.

'Los Increíbles 2' es una continuación de descuento, con miles de temas y tramas que nunca acaban de encontrar la trepidante armonía de su predecesora, pero lo mejor es que creo que lo sabe.
Era el eterno rumor, la pregunta constante, la gran incógnita considerando lo boyante de la animación y los superhéroes. Ahora, por desgracia, es película, y nunca será todo lo buena que imaginamos que sería.
Asumiendo eso, sus responsables se han entregado a la diversión más absoluta, careciendo claramente de algo concreto que contar, y optando por expandir un atractivo mundo de gentes con poderes insólitos que luchan en mallas multicolores pero tienen muy cotidianas preocupaciones.

Años más tarde, volvemos a la lucha con el Socavador, aunque la familia Parr nunca le dejó.
Lo que ocurre es que, dejando de lado la diversión familiar de ver al grupo repartir conjuntamente, apoyándose donde se acaba el superpoder del otro, y jugando un pasa-la-bola con un bebé que siempre es sinónimo de quedarse atrás cuando toca cuidarle, los superhéroes siguen siendo ilegales.
Así pues, los destrozos de los Increíbles causan mella en la opinión popular, obligándoles a la clandestinidad una vez más, hasta que un misterioso benefactor se pone en contacto con Elastigirl, ofreciéndole la oportunidad de mostrar directamente los resultados de sus salvamentos.

Lo más raro de 'Los Increíbles 2' es que, para haberse cocido durante tanto tiempo... nada parece especialmente... "unido".
Excusas de guión arbitrarias ponen a Helen y Bob en caminos separados, la primera salvando la ciudad en curioso traje vintage tras la pista de un villano que se hace llamar Raptapantallas, y el segundo en casa grande con un inmenso sentimiento de inferioridad y una jauría de nenes que vuelven a tener las mismas tramas que hace catorce años (Violeta vuelve a sentirse insegura con su chavalito, y Dash y Jack-Jack pasan por ahí de casualidad).
Que, por cierto, respecto al bebé, hay una línea MUY fina entre "sus poderes representan la incertidumbre de los recién nacidos" y "a ver qué poder me saco de la manga para las risas": en la primera parecía que todos surgían de la transformación, y en esta segunda veo a un guionista perezoso que tiene que animar una historia de Bob niñera tremendamente postiza y más larga de lo necesario.

Luego, el Raptapantallas.
Hay que tener un cuajo gordo para sacar un villano con tintes de peli de terror, que elabora un discurso sobre las pantallas que hemos creado para esclavizarnos y no pensar, creando un enemigo omnipotente, en cierta medida conectado con eso de que ya solo confíamos en lo que nos muestran y no en la pura heroicidad... para a mitad de camino olvidarse de todo ello y convertirle en un ladrón de cuerpos cualquiera, que además carece de cualquier vínculo personal con la familia Parr, como si fuera una presencia de saldo, una "idea que molaba".
Toda la peli está llena de esos elementos descoyuntados y algo extraños, rollo la aparición de Edna Moda, como si fuera un guión en el que se han ido dejando restos de las mejores ideas, un equilibrio entre nuevos conceptos y cosas que ya funcionaron, aunque nadie se haya encargado de que tuvieran coherencia líneal.

La acción es fluida y espectácular, las sorpresas llegan justo cuando se necesitan, y se han guardado el buen gusto de poner a viejos conocidos en situaciones inesperadas, por lo que no puede decirse que sea mala secuela.
Pero ojalá hubiese habido una idea genuina detrás, una simple y potente como la crisis de los 40 de la primera, que nos hiciera darnos cuenta de lo mucho que cuesta la heroicidad a escala familiar.

Hay que pensarlo así: podría ser el proyecto que nunca se concretó, ese cómic de nuestros personajes favoritos que nunca se dibujó.
Solo que este, al menos, hemos podido verlo.
Charles
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