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España España · Madrid
Voto de Charles:
7
Acción. Aventuras Después de separarse de Joker, Harley Quinn y otras tres heroínas (Canario Negro, Cazadora y Renée Montoya) unen sus fuerzas para salvar a una niña (Cassandra Cain) del malvado rey del crimen Máscara Negra. (FILMAFFINITY)
5 de febrero de 2020
32 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Submundos. Personajes secundarios. Intrahistorias que se cuentan en vez de mostrarse.
Elementos que, en sus detalles, pueden enriquecer una mitología mucho más allá de lo que principalmente en ella se cuente.
Pero, ¿pueden crear una propia mitología aparte?

El cómic ya lo hizo antes; lo cual es un dicho que se puede aplicar a todo lo que el cine-cómic está probando últimamente.
Porque, en versión revista, no parece mala idea probar suerte y sacar una historia complementaria de ese secundario con carácter y seguidores, no vaya a ser que. El gasto es mínimo y el beneficio puede ser grande.
Sin embargo, en cine, se necesitan unos cuantos millones, personajes con gancho casi comprobado y muchos hilos a la fuente original, para que nadie dude de su legitimidad.

'Aves de Presa y la Fantabulosa Emancipación de Harley Quinn', por suerte y desgracia, tira por la borda todo eso.
La propuesta es radical, diferente, gozosamente estridente, y cualquiera diría que a su protagonista le han dejado algún tatuaje por no insultar demasiado el recuerdo de sus historias previas.
Por un lado: cojonudo, no hay deudas que pagar a nadie, y la película se permite ser lo que en verdad quiere ser. Por otro lado, Harley no para de hacer alusiones a un Joker que nunca hemos conocido (adiós, Leto) y no es raro quedarse con la sensación de que nos hemos perdido muchas cosas hasta llegar donde estamos.

Afortunadamente, a alguien (no sé si a la directora, o a la productora-ejecutiva-protagonista-para-más-inri) hay que darle las gracias de que ese bache se supere pisando el acelerador, sin nunca mirar atrás.
La emancipación de Harley Quinn y algunas aves de presa por ahí tiene un sentido de la urgencia impecable, y se me ocurren pocas maneras de sorprender con esta historia que no fueran "todo el mundo quiere nuestra cabeza así que CORRE Y REPARTE": podría haber sido un dramón, podría haber una comedia romántica, pero es acción 100% sólida encantada de serlo.
El desprecio silencioso de Canario Negro hacia su controlador jefe, la fría vendetta de la Cazadora y un techo de cristal masculino para las mujeres de Gotham están ahí, pero se han echado en pequeñas cantidades para un cóctel que prefiere dejarte noqueado con elaboradas coreografías, y un sentido anárquico de contar anécdotas sueltas en rumbo de colisión.

Fácilmente, la mejor arma es la que más grande sale en el póster: Margot Robbie se come a sus compañeras, la escenografía y hasta la propia narración en su intento de atar cabos en la incoherente cabeza de Harley Quinn, y hay que reconocerle el buen ojo para que su esfuerzo se vea recompensado por la propia historia.
Porque Harley siempre ha sido una niña grande, más graciosa cuanto más pava y "bienintencionada", y al lado del Joker solo existe para ser adorno de lujo o recibidora de sus monólogos.
Mola mucho que haya algún leve apunte sobre lo poco que vale Harley para muchos si no va del brazo de su ex, pero no hay que engañarse, porque en esta ocasión mola mucho más ver cómo la pobre no logra tomarse su sandwich favorito sin liarla allá donde va. Ojo, prioridades también: esta no es la clase de película que quiere estudiar personajes, porque sabe que puede encontrarse mucho papel de fumar si escarba a fondo.

Entre los intermedios, aprovechando cada minuto, queda un Ewan McGregor que decide jugar en la línea de lo grotescamente sádico y lo patéticamente humorístico, y pues a quién le importa cuando el villano es uno de segunda fila para Batman: ventajas de adentrarse en los submundos y dotarlos de propia mitología, como decía antes.
De hecho, es particularmente efectivo el saber que estamos en el tablero de juego de supuestos "jugadores más grandes", y pensar que estamos viendo lo que ellos nunca llegan a ver.
Estas malas calles de Gotham guardan sorpresas como la cantante, la cazadora, la policía y la arlequina que unieron fuerzas contra los que las pretendían reclamar como su propiedad, y quizá lo mejor sea la promesa de que futuras películas puedan explorar más rincones desapercibidos.

Lo único que chirría, es que en el fondo de todo esto no hay una continuidad anterior de la que descienda esta "revista complementaria", y por lo tanto cualquier mención a Ace Chemicals, Bruce Wayne, Joker... dejan en el aire la idea de que, figurativamente, no tiene "nada" contra lo que rebelarse.
(Eso, y el hecho de que probablemente hayan dado el papel menos interesante a la actriz más ídem: Mary Elizabeth Winstead, te lloramos)
Pero ya verás como después de unos cuantos martillazos en patines acompañados de sano sentido del humor retorcido se te pasa cualquier decepción.

Esto, en principio, nacía siendo un bloque más de Gotham City.
Bastante que parezca ser su propio patio de juegos cuando llega el final.
Charles
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