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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
8
Cine negro. Drama Eddie Willis (Humphrey Bogart), un veterano periodista, es contratado como agente de prensa por Nick Benko (Rod Steiger), un hombre sin escrúpulos, para que consiga hacer popular a Toro Moreno, un gigantesco pero torpe aspirante a boxeador, a quien hacen creer que es un gran campeón a base de amañar sus combates. (FILMAFFINITY)
8 de septiembre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se fue a lo grande, apurando la última copa, exhalando el humo de su último cigarro, no dejando de ser nunca lo que era. En su última película, el enorme Humphrey Bogart sabía que estaba muerto en vida, que la enfermedad se lo llevaría al otro barrio más pronto que tarde y que interpretando a un periodista que se involucra voluntariamente en una lamentable trama de fraude deportivo decía adiós al cine. Ha llovido mucho desde que desapareció del planeta y desde aquí, más de cincuenta años después, un minúsculo cinéfilo llamado Luisito le rinde un mínimo homenaje personal. Este tío era pequeño de estatura pero era muy grande, lo he descubierto tarde y no es hasta ahora que soy capaz de afirmar que Bogart tenía un don gracias al cual era capaz de llenar la pantalla con su sola presencia. Ese duende, esa virtud inexplicable, le daba una ventaja extraordinaria, ya que solamente que apareciera en una escena con los pantalones hasta los sobacos y soltando cualquier frase hacía grande ese momento.

Eso es lo que a mi entender sucede en "Más dura será la caída", donde una trama únicamente un poco sugestiva viene a convertir Bogart en una gran película. Porque que hayan trapicheos en las apuestas es algo que puede interesar más o menos, algo que además todos intuimos, lo mismo con los caballos como en este caso el boxeo, pero que el que venda su alma al diablo por el vil metal sea Bogart hace la película más grande. Él es quien canaliza la tragedia del pobre boxeador argentino y el que finalmente ofrece una moraleja maravillosa, qué pena que fuera su último papel!! Y es que ciertamente no se puede ser más cabroncete que los que pillan a "Toro" y lo llevan a la lona, no se puede dar más pena que el mismo boxeador, que es un don nadie sin que se dé cuenta y sobre todo, no se puede ser tan recto y buena gente como Bogart en ese final.

Voy a escribir una frase que sé que es poco justa y resultará muy poco popular, pero no hay mejor manera de acabar que diciendo lo que pienso: el cine negro, sin Humphrey Bogart, jamás sería lo mismo desde entonces.
Luisito
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