Estoy totalmente de acuerdo con un usuario que apunta que Bergman no necesitaba ir al psicólogo. Su terapia consistía en hacer cine, de manera que es en el celuloide donde ha dejado plasmado toda una serie de fobias, manías y obsesiones que convivían junto a él durante su existencia. No puedo estar más de acuerdo en eso, y sin embargo no puedo estar tan lejos de ver una obra maestra en "El silencio". Se puede ser sucio escribiendo y decir que esto va de dos suecas buenorras que se odian y se quieren a partes iguales y que necesitan más sexo del que consiguen. También se puede ser más sucio y decir que se intuye una relación de pederastia entre el sobrino y la tía, aunque eso pocos lo digan.

Lo peor que le puede pasar a un espectador con Bergman es empezar una de sus películas y darte cuenta que el interés es nulo, pasar los minutos y permanecer impasible. Puede que la película esté bien hecha, que formalmente sea una delicia, pero puede también que para algunos esto sea una castaña. ¿Qué pasa si la relación entre estas dos hermanitas no nos interesa?; por muy bien contada que esté, por muchas metáforas potentes que nos plante en los morros, si no te interesa puede llegar a ser un buen coñazo. Hablo del cine de Bergman en general y de esta película en concreto. Mala sombra si no te entra bien, porque entonces es un suplicio.

Unas veces bien, otras genial... Aquí ha sido una tortura... Enhorabuena a los que queden fascinados, yo me siento mal cuando no veo una correspondencia lógica entre la opinión general y la mía. A veces me despierto pensando en Bergman, qué triste...