Sorprende observar en la filmografía de Tourneur prácticamente todos los géneros, lo mismo se enfangaba en el cine negro como en el terror, una del oeste por aquí, dramas de todo tipo, una de piratas y por supuesto no podía negarse a tirar para adelante si le llegaba a las manos un proyecto como el de "La comedia de los horrores", que fusiona comedia con (presumible) terror y que reúne a tres grandes nombres del cine. Vincent Price, Peter Lorre y Karloff nada menos, desayunando juntos en la misma mesa y llevando las riendas de una funeraria, cada uno con sus particularidades y con su rol.

No es perfecta ni falta que hace, lo cierto es que ciertos gags, cierto humor, directamente ha quedado despeñado, pero la esencia de la película es lo que la hace especial y lo que tiene que mandar y estar por encima de todo. A mí personalmente ver a Price amarrado a su botella y lo políticamente incorrecto que es con su mujer me parece una maravilla. Cuando aparece Karloff es para descojonarse vivo y del desgraciado de Lorre no podemos hacer otra cosa que compadecernos. A estos tres le sumamos un pobre hombre al que dan por muerto varias veces y el entretenimiento está asegurado. No hace daño a nadie. Merece la pena en su justa medida.