La buena costumbre de querer acabar viéndolo todo de cualquier director es que, cuando llegas a películas no muy reconocidas o simplemente desconocidas, pueden parecerte mejor de lo que son. En el caso de Buñuel sería comprensible empezar a ver por primera vez alguna película suya de su etapa mexicana, pero lo normal es pasar por alto "Don Quintín el amargao", ver otras hechas en México y luego visitar Francia, de manera que tal vez cuando hayamos dado varias vueltas por su filmografía, por el placer de completar y decir que se ha visto todo o casi todo, entonces sí meterle mano a este Don Quintín.

Una película menor, se mire por donde se mire, que empieza de forma sobresaliente pero que luego va a menos y que acaba dando tumbos. Puede que no sea memorable, puede que la sobrevaloremos entre todos porque miramos su filmografía, su vida y su obra, y resulta innegable que es uno de los grandes. La historia es buena, un drama o melodrama como bien indica con esas etiquetas FA, pero por momentos se va a la comedia gracias (o por desgracia) de esos dos trabajadores que ayudan a su patrón y amigo. Hay escenas que están muy bien, como la del hombre que se ve obligado a beber una botella entera de un trago, y los actores están a la altura.

Así que para completar, Buñuel se merece todo nuestro respeto, porque tiene mejores y peores películas y este "Don Quintín el amargao" no pasó a la Historia por algo. Porque también tenía que comer como todos sabemos...