Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de Tithoes:
7
Thriller. Intriga A pesar de que Kevin (James McAvoy) le ha demostrado a su psiquiatra de confianza, la Dra. Fletcher (Betty Buckley), que posee 23 personalidades diferentes, aún queda una por emerger, decidida a dominar a todas las demás. Obligado a raptar a tres chicas adolescentes encabezadas por la decidida y observadora Casey (Anya Taylor-Joy), Kevin lucha por sobrevivir contra todas sus personalidades y la gente que le rodea, a medida que las ... [+]
2 de abril de 2018
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mejor: la trama, sostenida por un superlativo James Avoy y sus veintitrés identidades (más una adicional, como si del mejor complemento de un juego de mesa se tratase, aunque sólo la mitad se plasman extensamente), satisface por completo el visionado de la producción del primer al último segundo, amén de evidenciar el don de la reinvención por parte de M.Night Shyamalan (cuyo nombre no profesional sino completo es Manoj Nelliyattu Shyamalan), quien vuelve a inquietar con pocos medios y mucha imaginación, sugiriendo como nunca e inquietando como siempre; la serie de refutables argumentos acerca del dominio de la mente sobre el cuerpo, una especie de poder divino e infinito capaz de cambiar física y químicamente a quien sepa emplearlo correctamente y, en este caso cinéfilo, sustentar las bases de una cinta en la que convergen el suspense (el devenir de los hechos es cambiante e incierto), la diversión (las dudas e hipótesis cómicas, como si se puede embarazar a una chica con sólo besarla, se suceden para amenizar y trivializar el profundo terror psicológico que se plantea) y el misticismo (el propósito final y los sacrificios que se precisan para lograrlo son propios del ocultismo); la creíble facilidad con la que cierto asaltante provoca el caos en cuestión de segundos valiéndose de herramientas al alcance de todos para dar rienda suelta a su locura, suponiendo su humana demencia y disociativo trastorno la más oscura fábula del realizador hindú (otra más a añadir al largo listado de las que ha firmado, y es que narrar a través de leyendas es una de sus distinciones) que, cual guardián de la dignidad de lo desconocido, medita sobre los vínculos emocionales establecidos a raíz de traumas relacionados con abusos sufridos en edades tempranas (un típico tópico en sintonía con la triste realidad que padecen miles de niños).

Lo peor: el guión consiente enormes expectativas pero contiene alarmantes deslices, tales como un fortuito e inexplicable descubrimiento de llaves, una repentina e impoluta comunicación a distancia y un portentoso e invisible control de cerrojos, por citar algunos sin desvelar demasiado; el “cameo” (es decir, la breve aparición) de Bruce Willis para enlazar el presente filme con El protegido (en el que recibía el apodo de “El cristal” y cuyo trato común era el mismo que el que recibe “La horda”, más allá de “La bestia”, en esta, residiendo la razón de ser del alias en el lugar del triple rapto que perpetúa), tan forzado como gratuito resulta el del director; el diálogo entre profesional y paciente sobre los motivos que originaron la actitud del segundo llega a agobiar por la densidad de información, llegando a abarcar muchos minutos que, aunque interesantes, son tediosos pese a que uno disfrute de la más comprensiva y estimable compañía de sangre brasileña junto a él y le colme de cariñosos gestos supletorios (comentario nada prejuicioso sino amatorio dedicado a la “namorada”).

Daniel Espinosa
www.cementeriodenoticias.es.tl
Tithoes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow