Recuerdo que cuando era un chavalín estrenaron esta película en los cines y, como a mí desde pequeño me gustan este tipo de films, le pedí a mi padre que me acompañara a verla. Mi sensación al salir fue clara: salí del cine aterrado. No es que quiera dármelas de muy valiente, pero rara vez una película me llega a dar miedo, ni siquiera de pequeño (debe ser por jugar muchas horas a videojuegos de terror, supongo), pero esta película puede estar en la lista de las que realmente han conseguido que lo pase mal. Aún hoy en día, algunas escenas me siguen poniendo intranquilo.

Bien, esta película no es que sea muy original en sus planteamientos ya que toma elementos de muchos referentes en este género (ya sea Alien o El Resplandor y, sobre todo, del videojuego Doom (el argumento bebe mucho de aquí)) pero sin duda su mérito reside en mezclar dichos referentes dando lugar a una especie de "casa del terror" espacial.

Que nadie se confunda, esta película no va de alienígenas que se pegan a la cara de las personas ni de almas en pena que envidian a los vivos. La fuerza que se ha desatado en el Event Horizon ataca a la mente de sus tripulantes, mostrándoles sus miedos y así torturándolos.

Si el argumento ya es de por sí interesante, la película cuenta con algunas escenas realmente inquietantes y otras aterradoras. El aspecto sombrío y amenazante de la nave también ayuda a mantener la tensión al igual que sus misteriosas melodías. Sobre las interpretaciones no mucho que destacar, Fishburne y Neill hacen un buen trabajo con sus respectivos papeles al igual que el resto de los personajes. Ni más ni menos.

No se trata, por desgracia, de una película redonda. El guión tiene algunas lagunas como por qué la nave ataca con sus visiones a algunos tripulantes especificos mientras que otros nunca ven nada. La muerte de varios personajes también resultan algo previsibles y el final...bueno, se ha criticado mucho el desenlace del film, a mí no me parece tan desastroso como lo pintan aunque la última escena la verdad es que sobra.

En definitiva, nos encontramos ante una película de terror de gran calidad (quién diría que es de Paul Anderson, de lo poco bueno que ha hecho) con un ritmo trepidante y que cuenta con escenas muy conseguidas. Aún así no llega a ser redonda por arrastrar algunos tópicos de este tipo de films (personajes carne de cañón para morir, desenlace demasiado apresurado) pero en conjunto no lastran la experiencia. La recomiendo para pasar un mal rato.