Primero de todo una declaración de intenciones, adoro a este pelirrojo malnacido. Y lo he hecho en todas sus distintas reinvenciones. Disfruté la mezcla bien lograda de suspense y humor negro de la trilogía original. También con la cuarta, la de la novia, con su potenciación del humor negro aunque en detrimento del suspense. Mi excepción fue la quinta, la semilla, donde le dieron tanto protagonismo al humor negro que se acabó convirtiendo en una triste parodia, ahí se les fue la mano. Afortunadamente cambiaron el rumbo con la esperada sexta película (la maldición) volviendo al equilibrio entre suspense y humor negro. Y ahora nos encontramos con la séptima entrega de una historia que sabemos desde hace muchos años que no da para más ¿Los fans pueden alegrarse o lamentarse por un nuevo patinazo? Por suerte, es más lo primero que lo segundo...pero con matices.

La película por norma general funciona y proporciona todo lo que un fan puede esperar siguiendo la estela de la sexta película que a su vez heredaba el espíritu de las primeras entregas. Chucky no habla mucho pero cuando lo hace suelta algunos chascarrillos realmente divertidos, algunos de los más ingeniosos de la franquicia. Los pesonajes en la línea de la saga, los protagonistas (regresan Nica y Andy) caen simpáticos. Además, me gusta como están retratados, totalmente destrozados psicológicamente y perturbados por los hechos de anteriores entregas. En cuanto a los secundarios no tienen mucho desarrollo, la mayoría de ellos cargantes o repudiables, como siempre se busca la complicidad con el espectador para que se ponga de parte del asesino y esté deseando que los pase a cuchillo.

En esta entrega tenemos la novedad de que ocurre en un manicomio por lo tanto nos encontramos con personajes tan locos como el propio muñeco lo cual da lugar a interesantes situaciones. Pienso que se podría haber explotado un poco más como Chucky se aprovecha de la locura de los pacientes para usarla en su favor (será un asesino despiadado pero es el más listo de todos) pero se agradece el intento. También se juega al despiste con el espectador poniendo en escena varios muñecos (¿cual de ellos será el "malo"?) y el escenario del psiquiátrico es brillante, genera un sentimiento de claustrofobia y pesimismo muy logrados.

Ahora bien, hasta aquí lo bueno. Los síntomas de agotamiento de esta franquicia son más palpables que nunca dando unas vueltas de tuerca al guión que me parecen hasta incongruentes con la historia formada hasta ahora (mirar SPOILER). Pero lo más sangrante (nunca mejor dicho) es que por primera vez en la saga estamos ante una película de transición. A ver, la saga de Chucky siempre ha tenido finales más o menos abiertos según la entrega dejando la puerta abierta a secuelas pero en esta directamente han dejado la historia a medias y ya la continuaremos en la octava película...si la hay. No soy muy fan de estas películas con finales inconclusos (a menos que se trate de una saga con secuelas ya planificadas y anunciadas como, por ejemplo, Star Wars) porque pueden pasar años hasta que sepamos si la historia empezada aquí, globalmente, funciona. Y eso hace más difícil valorar el guión ya que sólo estamos viendo la mitad de la historia.

En conclusión, "Cult of Chucky" es una secuela digna de la saga con algunos elementos muy logrados. Por desgracia algunas decisiones argumentales me han dejado un sabor algo agridulce que hacen que la anterior entrega me resultase más satisfactoria. De todos modos de visionado obligatorio para todo fan y recomendada para el que disfrute viendo pelis de terror.