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Voto de Mad Joker:
7
6,1
52.277
Fantástico. Ciencia ficción. Acción
El descarado y brillante empresario Tony Stark/Iron Man se enfrentará a un enemigo cuyo poder no conoce límites. Cuando Stark comprende que su enemigo ha destruido su universo personal, se embarca en una angustiosa búsqueda para encontrar a los responsables. Este viaje pondrá a prueba su entereza una y otra vez. Acorralado, Stark tendrá que sobrevivir por sus propios medios, confiando en su ingenio y su instinto para proteger a las ... [+]
5 de mayo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de decir, antes que nada y para ser totalmente sincero, que hasta el momento en que comenzó la película, estaba temiendo que esta tercera entrega del Hombre de Hierro, fuese más de lo mismo. Mucho Robert Downey, mucha acción espectacular, efectos especiales a mansalva. Pues no ha sido así (no del todo, evidentemente acción hay, sobre todo en su tercio final), por fortuna, y la impresión final que me ha dejado ha sido muy muy positiva. Es mejor que las dos anteriores entregas de Iron Man (no se hasta que punto el cambio de director ha sido fundamental en este cambio), y, aunque a muchos les suene a herejía, me ha gustado incluso más que Los Vengadores.
¿Y eso por qué? Muy sencillo. Iron Man 3 es más Tony Stark que nunca. Mientras que en los otros tres filmes se limitaban a llenarnos los ojos con escenas del héroe salvando el mundo (o más bien a EE.UU.) o haciendo gala de su particular carácter, en esta entrega el Tony Stark que aparece en pantalla es un ser humano más, una persona con debilidades y problemas que le quitan el sueño. Eso sí, lo que no ha perdido es ese tono guasón y eternamente irónico que ha hecho de él (y de Robert Downey) un icono del cine moderno más popular. Aparte de todo esto, Shane Black le ha dado a la película, y esto es visible sobre todo en su primera mitad, un tono más oscuro (tampoco demasiado, no vayáis a creeros que esto es El Caballero Oscuro), que termina favoreciendo el resultado final.
Otro punto interesante, es la adaptación de los cómics. Los guionistas han optado por tomar partes esencialmente de dos títulos (ahora mismo no recuerdo los nombres) que tienen bastantes similitudes en el argumento, pero que están conectadas por el Extremis, una sustancia que potencia hasta límites inhumanos las capacidades físicas y regenerativas de las personas. Personalmente, no he leído muchos cómics de superhéroes, pero precisamente estos dos los conozco, y, aunque he leído que a muchas personas no les ha gustado la adaptación, a mi me ha parecido más que convincente, tomando lo más interesantes de ambos números y creando un conglomerado sólido e interesante.
Hablando ahora de los personajes y las interpretaciones, Robert Downey, aquí de nuevo el protagonista indiscutible, se come una vez más a su personaje. Se nota que se siente a las anchas en el papel de Iron Man/Tony Stark. Si finalmente el neoyorquino abandona el papel y Marvel decide buscar un sustituto, este va a tener el listón altísimo. Gwyneth Paltrow goza de más protagonismo como Pepper Potts que nunca. No tanto por contar más minutos en pantalla (en realidad en este aspecto no hay muchas diferencia con respecto a las anteriores películas), sino por la importancia, vital, que su personaje tiene en el desarrollo de la trama, sobre todo en la batalla final. Don Cheadle no tiene demasiados cambios. A Rebecca Hall, en el papel de Maya Hansen (un personaje que en los números del cómic que se han adaptado es esencial), da la impresión de haber sido poco aprovechada, pero bueno, no se puede tener todo.
Iron Man 3 es, en definitiva, una de las mejores adaptaciones cinematográficas de Marvel y, por qué no, una de las mejores películas del año. Que pase el siguiente.
¿Y eso por qué? Muy sencillo. Iron Man 3 es más Tony Stark que nunca. Mientras que en los otros tres filmes se limitaban a llenarnos los ojos con escenas del héroe salvando el mundo (o más bien a EE.UU.) o haciendo gala de su particular carácter, en esta entrega el Tony Stark que aparece en pantalla es un ser humano más, una persona con debilidades y problemas que le quitan el sueño. Eso sí, lo que no ha perdido es ese tono guasón y eternamente irónico que ha hecho de él (y de Robert Downey) un icono del cine moderno más popular. Aparte de todo esto, Shane Black le ha dado a la película, y esto es visible sobre todo en su primera mitad, un tono más oscuro (tampoco demasiado, no vayáis a creeros que esto es El Caballero Oscuro), que termina favoreciendo el resultado final.
Otro punto interesante, es la adaptación de los cómics. Los guionistas han optado por tomar partes esencialmente de dos títulos (ahora mismo no recuerdo los nombres) que tienen bastantes similitudes en el argumento, pero que están conectadas por el Extremis, una sustancia que potencia hasta límites inhumanos las capacidades físicas y regenerativas de las personas. Personalmente, no he leído muchos cómics de superhéroes, pero precisamente estos dos los conozco, y, aunque he leído que a muchas personas no les ha gustado la adaptación, a mi me ha parecido más que convincente, tomando lo más interesantes de ambos números y creando un conglomerado sólido e interesante.
Hablando ahora de los personajes y las interpretaciones, Robert Downey, aquí de nuevo el protagonista indiscutible, se come una vez más a su personaje. Se nota que se siente a las anchas en el papel de Iron Man/Tony Stark. Si finalmente el neoyorquino abandona el papel y Marvel decide buscar un sustituto, este va a tener el listón altísimo. Gwyneth Paltrow goza de más protagonismo como Pepper Potts que nunca. No tanto por contar más minutos en pantalla (en realidad en este aspecto no hay muchas diferencia con respecto a las anteriores películas), sino por la importancia, vital, que su personaje tiene en el desarrollo de la trama, sobre todo en la batalla final. Don Cheadle no tiene demasiados cambios. A Rebecca Hall, en el papel de Maya Hansen (un personaje que en los números del cómic que se han adaptado es esencial), da la impresión de haber sido poco aprovechada, pero bueno, no se puede tener todo.
Iron Man 3 es, en definitiva, una de las mejores adaptaciones cinematográficas de Marvel y, por qué no, una de las mejores películas del año. Que pase el siguiente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En los tráilers y avances que nos han ido ofreciendo han hecho muy bien haciéndonos creer que el auténtico villano de la película era el Mandarín. El giro que le han dado en el filme a muchos no les gustará, yo mismo quedé bastante decepcionado nada más salir del cine, más que nada porque el Mandarín es El enemigo por excelencia de Iron Man, y su presencia en esta película prometía mucho. Por eso, y porque un actor del calibre de Ben Kingsley se merecía más de lo que le han dejado en la película. Pero luego, pensándolo mejor, he llegado a la conclusión de que en realidad no tiene nada de malo, es incluso un punto a favor de la película, un giro de 180 grados que descoloca completamente al espectador. El auténtico ‘malo’, Aldrich Killian (encarnado de forma brillante por Guy Pearce), es , sin duda alguna, el mejor de todos los villanos de las películas de Los Vengadores, en solitario o unidos, y no hay más que discutir. Ha sido un rotundo acierto, y a la vez una apuesta muy arriesgada, de los guionistas de esta película.