Este filme empieza de forma brillante, pero es que luego se repite más que el ajo de las patatas bravas. Vale, mucha sátira y mucho de nada, pero es que luego no hay más que tiros, planes frustrados (Mar adentro), intentos de asesinato, y todo eso.
Ahora, eso sí, aunque esta peli se tuerza y se vaya a tomar por culo a la mitad de metraje (qué larga se hace, la muy cabrona), hay que destacar el gran trabajo de los actores. De diez, como diría Ty, el tigre de tazmania. Por cierto, qué asco de juego, tenía unos escenarios muy grandes pero vacíos y con dos o tres capas de pinturas, como mucho. Daba pereza jugar... Pero es lo que tiene alquilarse juegos. Te los tienes que pasar aunque el juego en cuestión sea una maldita basura. ZAP, ZAP! Bueno, al lío. Que Norton es un fenómeno y que Williams es el mejor.
RV, vaya vacaciones, su última película es un bodrío que huele a mierda, sí, pero es Smoochy demuestra que es el rey. Tal vez le deba mucho a Jordi Brau, el doblador oficial, que ese sí que parte la pana. Nada más. Que no os la perdáis.