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España España · MADRID
Voto de MARIANA:
8
Drama Durante la reforma laboral de 2016, en una pequeña ciudad de Francia, la empresa Radial cierra sus puertas tras una enconada huelga. Jeansé, Juliette, Bruno, Christine y Pierre se juntan para superar el trago de una insultante indemnización por despido. De camino a casa, Bruno se enfrenta violentamente a un control policial. Non es un film coral que cuenta la contagiosa y enfurecida queja de un grupo de trabajadores. Una cuadrilla ... [+]
2 de septiembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante debut de Castagnet y Fuchs y más que digno producto, a pesar del bajo presupuesto y la inexistencia de producción. Esto último tiene la ventaja de que han podido hacer la película que querían, sin concesiones comerciales ni convencionalismos. Es fácil simpatizar con esta historia de movimiento sindical y crítica feroz al capitalismo en la que los protagonistas se hartan de recibir tanta violencia por parte del sistema y le devuelven parte de esa violencia. Todo ello en clave de humor negro, con una mezcla de dramatismo y comedia llevados a un extremo que, tal vez, se hace difícil de digerir a veces, pero cuyo conjunto es perfectamente extrapolable a la realidad actual. Eso es lo que yo entiendo que pretende denunciarse con la “odisea del sindicalista”, Sr. Merinero (resulta bastante obvio, si se ve de principio a fin, cosa que cada vez dudo más que hagan los críticos de cine). Al mismo tiempo, enfatiza valores como la amistad, la lealtad, la solidaridad... y lanza un mensaje final de esperanza en las nuevas generaciones (esperemos que sean capaces de escapar a la paulatina idiotización a través de dispositivos y medios audiovisuales, educación dirigida, manipulación continua, tergiversación histórica, noticiarios sesgados, propaganda...)

Según declara Ximon Fuchs, escribió el guión durante la huelga de Air France y sucedió que los trabajadores le arrancaron la camisa a un miembro de la empresa. Macron, entonces ministro de Economía, viajó a USA y declaró: “It's not about french people, it's about stupid people”, lo que hizo que una clase social entera se sintiera insultada y excluida. En esas situaciones se crea un clima de humillación y hartazgo que desencadena -en la película- una espiral de brutalidad, retroalimentada por la propia brutalidad del sistema a través de los servicios policiales. Por si le sirve de aclaración, Sr. Ocaña. Por cierto, más que maniquea, como Vd. señala, yo la tildaría de caricaturesca, pero la caricatura es una forma de retrato muy eficaz y creo que, en este caso, una herramienta que sirve muy bien al propósito de la película.

MUY recomendable, desde mi punto de vista, excepto si aún vives con un velo rosa delante de tus ojos. Confío en que la exhiban en más salas y con mejores horarios.
MARIANA
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