Buscando conducir quizás en exceso los remates de humor hasta el final de cada escena sin dejar interpretación posible al espectador, la película 'We're the Millers' (2013) es una cinta que alcanza momentos puntuales de comedia pero por razones argumentales se queda trabada entre un buen film lúdico y un experimento fallido.

Con instantes de risa y otros de una planicie infumable, traducida en Chile como '¿Quiénes son los Millers?', se trata de una comedia muy norteamericana, de villanos latinos con una 'familia' disfuncional pero que idílicamente encuentran puntos en común. Claramente el argumento no es su fuerte y en este género rara vez lo es, sin embargo le basta para obtener algunas respuestas desde la butaca.

Sin duda lo más molesto y reiterativo es el empeño por conducir cada remate de un chiste o scketch hasta el final. El cuadro típico de humor requiere como muchas cosas de un poco de cada parte. Es un tema casi de porcentajes (80-20, 70-30, etc) y en este caso se nos da el 100% sin lugar a las mencionadas interpretaciones, es todo explícito, jocoso pero a la vez ya digerido. No hay riesgos mayores en apostar a este tipo de comedia, sólo saber anticipadamente que es imposible de mantener por casi dos horas.

Si de elenco se trata Jennifer Aniston acapara miradas por sus performances dignas de una veinteañera, en un rol al límite de sus posibilidades. Jason Sudeikis en tanto es un timón en la cinta pero no trasciende más allá de ella. Los malos de turno son casi un adorno y eso lamentablemente se reitera en este tipo de películas.

Efectivamente hay una suerte de pseudo mensaje acerca de la familia como soporte y principal símbolo de estabilidad social y afectiva, que al margen de las parodias y abusos de humor negro, se ubica como 'moraleja' de una cinta que tiene sus momentos pero está lejos de ser una gran película. De hecho, aunque puedes reír, raramente recordarás alguna situación de forma posterior.

Recomendación:
Regular. Cumple su cometido pero de forma demasiado irregular y obvia.